Los estudios desarrollados por la Universidad de California y la Universidad Estatal de Pensilvania concluyeron que el consumo de almendras otorga múltiples beneficios para la salud, entre los que se destacan los relacionados con la regulación de la actividad cardiovascular, la distribución de la energía corporal y la pérdida de peso.
Una serie de investigaciones del Departamento de Biología Molecular y Celular de la Universidad de California precisaron que las probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular o infartos disminuye un 30 % gracias al consumo de este fruto seco. Esto se debe a que su ingesta reduce la acumulación de grasas en las paredes arteriales.
En este sentido, las almendras contribuyen a la prevención de las disfunciones endoteliales, causantes de arteriosclerosis y afecciones a los vasos sanguíneos.
La Universidad de California también halló los mismos beneficios en la leche vegetal de almendras. Dicho producto, al tener grasa monoinsaturada, ayuda a blindar las paredes arteriales y, por ende, disminuye los riesgos de infartos y otros daños cardiovasculares. Además, contrarresta los padecimientos del alzheimer debido a que potencia las funciones cerebrales.
Finalmente, el informe resalta la importancia de este fruto seco para conservar la juventud del organismo. Las almendras son ricas en vitamina E, sustancia que actúa como antioxidante y protege al cuerpo de los residuos generados en los procesos de transformación de energía.
Estos resultados coinciden con las investigaciones de la Universidad Estatal de Pensilvania, la cual realizó estudios sobre la presencia de las almendras en las diferentes dietas. Como gran observación se señala que la sustitución de determinados alimentos grasos por almendras mantiene el aporte de una importante cantidad de calorías pero sin que la persona suba de peso.
Estas investigaciones publicadas en Journal of the American Heart Association revelaron que la ingesta de almendras controla los niveles de colesterol y ayuda a reducir la grasa abdominal. En análisis hechos a personas de mediana edad con sobrepeso, se constató que la merienda de almendras aporta al cuerpo los niveles necesarios de magnesio, potasio, grasas saturadas, entre otros nutrientes. La universidad también subrayó su función cardioprotectora y su contribución a la salud intestinal debido a que es rica en fibras.
Los científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania encargados del proyecto destacaron que en determinadas partes del cuerpo se reflejan los beneficios de la ingesta de almendras. Las principales zonas donde se comprueba estos efectos positivos son los tobillos, los muslos y el perímetro abdominal. En tales regiones corporales es más visible la pérdida de la grasa acumulada.
Una de las recomendaciones que hacen estos especialistas es el consumo diario de 42 gramos de almendras para prevenir la aparición y/o el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Sugieren que este hábito alimenticio se desarrolle durante las y sea acompañado de una dieta saludable baja en grasas trans.
EFE