Un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, España (ISCIII) investigó qué ocurre si combinamos vacunas para el coronavirus desarrolladas por distintos laboratorios.
El trabajo indagó en las consecuencias de suministrar una dosis de Pfizer después de haber aplicado una de AstraZeneca. En el ensayo participaron 676 pacientes de diferentes grupos de edad y regiones de España que han recibido una sola dosis de AstraZeneca.
Ellos fueron separados en dos grupos: aquellos que recibieron la dosis de manera inmediata y aquellos a los que se les suministró luego de 28 días. Los resultados, presentados recientemente, son los analizados a los 14 días después de recibir la dosis de Pfizer: demostraron una respuesta inmune fuerte y efectos secundarios de leves a moderados en personas menores de 60 años.
Además, la protección que aporta un segundo pinchazo de Pfizer es incluso mayor que si se repite con la misma vacuna. Así, los anticuerpos neutralizantes que protegen frente al SARS-CoV-2 se multiplicarán por siete, mientras que en dos dosis del mismo fármaco ese número es solo de tres veces más de protección.
A partir de estos datos, las autoridades sanitarias de los distintos países pueden determinar qué vacuna hay que administrar a los menores de 60 años que se quedaron con la primera dosis de AstraZeneca, grupo que en el caso español asciende a los casi dos millones de personas.
“Los resultados de hoy avalan poder vacunar a los pacientes que hayan recibido la primera dosis de AstraZeneca, pero la decisión no corresponde a los investigadores de este estudio”, señaló Jesús Antonio Frías, coordinador de la Red de Investigación Clínica del ISCIII.