¿Sentir una especia niebla del cerebro es una consecuencia del coronavirus? Si padeciste Covid-19 y no te sientes normal, ya que notas que se te va la onda mal plan, tienes dificultad para concentrarte y olvidas casi todo al momento, podrías estar experimentando la famosa y tan terrible “niebla mental” ocasionada por este virus.
Una cosa son las secuelas físicas que deja la infección y otra mucho más desesperante, son las mentales. Estar en tus 30s como Julianne Moore en la película ‘Siempre Alice’ no está cool, ya que este tipo de Alzheimer u olvido, que sientes por llamarlo de alguna manera, está obstaculizando tu modo tradicional de funcionar e incluso, sucede en las actividades más sencillas que demanda la vida diaria, tal como ir a la cocina por algo y de repente cuando estás allí, ya no tienes ni idea a lo que fuiste.
Los síntomas.
Problemas de memoria.
Fácil distracción.
Falta de claridad mental.
Pobre concentración.
Dolor de cabeza.
Confusión.
Dificultad para comprender palabras cotidianas.
Mareos.
Pensamientos lentos.
¿El coronavirus daña el cerebro?
Y así como te preocupas tú, los científicos también lo hacen debido a que el virus está teniendo efectos neurológicos y esto los lleva a preguntarse si este tiene la capacidad de infectar al cerebro y se le podría considerar “neurotrópico” o sea, que tenga una gran afinidad y avidez por el tejido nervioso, gracias a los síntomas neurológicos detectados en los pacientes que han sobrevivido a la enfermedad o bien, a aquellos pacientes hospitalizados que fallecieron, tuvieron afectaciones del tipo y bueno, cuyos tejidos están siendo estudiados cuando se realizan las autopsias.
La buena noticia.
Al menos en este estudio los científicos plantean que todo lo que encontraron respecto al daño del virus en el cerebro no se debe a que este lo invada directamente, ya que en propias palabras de Wyss-Coray buscaron arduamente la presencia del virus en los tejidos cerebrales y por más que indagaron, a pesar de sus herramientas tan sofisticadas y aparentemente seguras, no pudieron encontrarlo. Esto contradijo otros estudios previos y es un punto de partida importante, ya que por lo menos hasta el momento en que se publicó esta investigación, nos habían hecho creer que el virus sí poblaba y atacaba directamente al cerebro. Entonces más bien, al parecer todo aquello que surge como síntomas neurológicos podríamos entender que es más bien consecuencia de un daño indirecto por parte del bichito. Menos mal, porque si no imagina cómo nos habría ido…
Información de GQ México