Cada mes los trabajadores sanitarios de todo el mundo necesitan 2,3 millones de mascarillas con filtro, 89 millones de las quirúrgicas, 30 millones de batas, 1,6 millones de gafas protectoras, 76 millones de guantes y 2,9 millones de litros de desinfectante de manos para hacer frente al coronavirus. Pero no hay suficientes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha avisado de que su escasez les pone en riesgo y ha pedido un aumento de la producción global de un 40% para hacer frente a la demanda.
“Sin cadenas de suministro seguras, el riesgo para los trabajadores de la salud en todo el mundo es real. La industria y los Gobiernos deben actuar rápidamente para aumentar la oferta, aliviar las restricciones a la exportación y adoptar medidas para detener la especulación y el acaparamiento. No podemos detener la Covid-19 sin proteger primero a los trabajadores de la salud”, ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Hay países que ya están tomando medidas. El Gobierno alemán ha anunciado el miércoles que se encargará del suministro de la ropa de protección médica que se requiere con urgencia y ha ordenado suspender su exportación para contar con el equipamiento necesario en la lucha contra el nuevo coronavirus. Francia ha requisado todas las existencias de mascarillas del país para reservarlas para el personal sanitario y los contagiados por el coronavirus.
En España no se contemplan por el momento este tipo de medidas y la versión oficial es que hay suficientes en los hospitales. Sin embargo, muchos de ellos han tenido que protegerlas bajo llave y fuentes sanitarias aseguran que su uso se vigila con lupa. En un hospital psiquiátrico de Madrid las han guardado en el mismo lugar que los opioides. Y los robos se han multiplicado. En el Hospital Clínico de Valladolid sustrajeron 5.000 mascarillas la semana pasada. “En los de Madrid han desaparecido muchas. Muchas estaban en la puerta de las habitaciones de los enfermos y los familiares se las han llevado”, denuncia Julián Ordóñez, portavoz de Sanidad de UGT Madrid. “También sabemos que algunos trabajadores se han llevado algunas para su casa”, advierte.
En su comparecencia de este jueves, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha explicado que España está preparando compras centralizadas con los socios de la Unión Europea. “Se viene trabajando en ella desde hace un mes y estará disponible próximamente”, ha asegurado. Simón ha admitido que han llegado a Sanidad notificaciones de escasez en “algunas unidades”, pero que no es una situación generalizada. “Estaríamos en riesgo de desabastecimiento si no conseguimos cerrar las compras en un plazo razonable, por eso se está gestionando”, ha añadido.
La demanda en la calle se ha disparado. En las farmacias ha subido un 20.000% con respecto a la misma semana del año pasado. Cada día se piden unas 130.000 y la oferta solo cubre alrededor de un 10% de esta demanda, según señala un portavoz de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos. “Los fabricantes no dan abasto”, asegura.
La buena noticia es que la población general no necesita mascarillas. Ni la OMS ni el Ministerio de Sanidad recomiendan su uso generalizado. La mala noticia es que pueden llegar a faltar donde realmente son necesarias, y que los precios se han disparado. En una red de hospitales concertados están tratando de coordinar la compra para que les salga más barato, porque, asegura una fuente del sector, las de seguridad para el personal (las FFP2) han pasado de costar poco más de un euro a ocho.
El País