Con el fin del verano llega el momento de comenzar a preparar la vuelta al colegio y a la guardería. La diversión y el tiempo libre propio de estas fechas suelen influir muchas veces en los hábitos de los niños, como la rutina del sueño.
Muchos terminan yendo a dormir más tarde o se saltan algunas siestas. No obstante, la llegada de septiembre y el retorno a la vida cotidiana puede ser más fácil con unos cambios que ayudarán a adaptarse mejor.
Amelia Hunter, fundadora de la web de asesoría Baby Sleep Solutions y especialista en sueño infantil, explica que la principal recomendación es “ir adelantando gradualmente la hora de dormir para que el bebé o niño pueda regularse”.
Uno de los aspectos más importantes para volver a los horarios del curso escolar es la constancia.
Según la especialista del sueño, “la regularidad de los horarios es una de las bases para una buena higiene del sueño”.
Los padres no necesitan obsesionarse con cumplir un horario al minuto, ya que se debe también aprender a ser flexibles.
No obstante, es importante prestar atención a las señales del sueño de los más pequeños y mantener un horario adecuado acorde a su edad.
“Una hora adecuada para ir a dormir, dependiendo de la edad sería entre las 7 y las 8 de la tarde y más teniendo en cuenta que en la mayoría de hogares empieza el día entre las 7 y las 8 de la mañana. De esta manera, nos aseguramos de que duerman entre 11 y 12 horas nocturnas”, destaca Hunter.
EFE