La India anunció este martes que ha autorizado el uso de emergencia de la vacuna contra el coronavirus de Moderna, convirtiéndose en el cuarto suero aprobado en el país, donde se han registrado menos de 40.000 nuevos casos en las últimas horas por primera vez en más de tres meses.
«La solicitud recibida de Moderna a través de una filial llamada Cipla ha sido aprobada para un uso restringido, conocido normalmente como uso de emergencia«, dijo en una rueda de prensa el asesor gubernamental Vinod K Paul.
El visto bueno del Controlador General de Fármacos del país (DCGI) «abre la posibilidad a que esta vacuna sea importada por la India en el futuro», explicó Paul, quien advirtió sin embargo que Moderna «todavía tiene que seguir algunas formalidades«.
La vacuna de Moderna es la cuarta en ser autorizada en el país asiático, junto a Covishield de AstraZeneca, que se produce gracias a un acuerdo con el Instituto Serum de la India (SII), la indígena Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech, y la fórmula rusa Sputnik V.
Paul también afirmó que el proceso para aprobar el uso de emergencia de otras vacunas como la de Pfizer y la de Johnson and Johnson «está en marcha» mientras la India busca «aumentar la producción y disponibilidad de las vacunas que ya se están fabricando en nuestro país«.
La escasez de vacunas ha sido un factor determinante en el plan de vacunación del país, que pese a ser conocido como «la farmacia del mundo» y albergar la mayor fábrica de vacunas, no ha podido satisfacer la demanda de su numerosa población.
La India ha administrado 329 millones de dosis desde que comenzó el pasado enero su campaña de vacunación, con 5,2 millones en las últimas 24 horas.
Sin embargo, solo cerca de un 5 % de toda la población adulta ha sido inoculada por completo.
El país asiático registró este martes menos de 40.000 nuevos casos por coronavirus por primera vez en más de tres meses, tras superar una virulenta segunda ola que alcanzó su pico en mayo con más de 400.000 casos diarios.
La India en general experimenta una bajada sostenida de los contagios, tras el colapso del sector sanitario durante una segunda ola que causó falta de oxígeno de uso médico y camas de cuidados intensivos.
EFE