Israel se enfrenta desde hace semanas a un aumento exponencial de contagios de coronavirus y hoy detectó más de 10.000 casos, la cifra más alta desde inicios de abril, mientras el Gobierno se plantea imponer de nuevo ciertas restricciones.
Las autoridades sanitarias registraron 10.202 infecciones entre 29.681 test realizados ayer, lo que marca un porcentaje de positivos de casi el 39% e incrementa la velocidad de reproducción del virus a 1,32, según datos difundidos por el Ministerio de Sanidad.
A su vez, 168 contagiados están ingresados en estado grave, lo que supone un aumento del 95% en relación a la semana pasada, algo que preocupa en los hospitales, que comienzan a plantear una posible reapertura de las salas para pacientes de covid-19.
Asimismo, desde que los contagios fueron subiendo progresivamente en las últimas semanas, el Gobierno está valorando la introducción de medidas restrictivas que ya se habían anulado, como el uso en espacios interiores de mascarillas, algo que prácticamente había desaparecido de las calles israelíes.
Según medios locales, las autoridades israelíes se plantean también la aplicación de vacunas contra la covid-19 para bebés y niños en edad preescolar, después de que EE.UU. autorizara este viernes la posibilidad de iniciar su vacunación.
Desde el inicio de la pandemia, 4,2 millones de personas de los más de 9 millones de residentes de Israel han contraído el virus, mientras que la cifra de muertos se sitúa en 10.908, un número relativamente bajo en comparación a otros países.
La última ola que vivió el país fue con la variante ómicron, y tras registrarse contagios masivos, la morbilidad fue yendo a la baja a partir de marzo.
EFE