Israel arrancó este domingo su campaña masiva de vacunación contra el coronavirus con el personal sanitario, al que se unió el presidente, Reuvén Rivlin, que quiso estar entre los primeros en inocularse para generar confianza a la población.
«Cuando vas y te vacunas, no solo estás cuidando de tu propia salud, sino también de la salud de quienes te rodean», dijo Rivlin al recibir su vacuna en el hospital Hadassah de Jerusalén, donde aseguró que este paso «ayudará a todo el mundo a volver a la normalidad y a reactivar la economía.
Según concretó, «las preocupaciones» de algunos sobre el efecto de las vacunas «son legítimas», pero estas «han pasado por rigurosos controles» y se puede confiar en ellas.
Su inoculación sigue a la del jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu, que ayer se convirtió en el primer israelí en ser vacunado para disipar dudas y animar al resto de ciudadanos a hacerlo, en un evento con amplia cobertura mediática y retransmitido en directo.
Más adelante les seguirán las personas con patologías preexistentes, y después será el turno del resto de la población, con excepción de los menores de 16 años, mujeres embarazadas o aquellos con alergias agudas.
EFE