Al practicar cualquier tipo de deporte una correcta hidratación es básica, puesto que nuestro cuerpo está compuesto principalmente por agua, es por ello que con cada actividad que realizamos en nuestro día a día la estamos perdiendo y de esta manera también estamos deshaciéndonos de electrolitos, esto ocurre aún más rápido cuando hablamos de hidratación y deporte, por lo cual, mantener una hidratación óptima es esencial para que nuestro organismo funcione a la perfección.
La hidratación durante el ejercicio juega un papel fundamental en el rendimiento. Los atletas pueden perder hasta del 6% al 10% del agua en su cuerpo mientras se ejercitan, esto tiene como resultado una alteración en el control de la temperatura corporal, pérdida de motivación y aumento en la sensación de fatiga.
De igual manera, se ha demostrado que mantener una hidratación óptima ayuda a reducir el estrés oxidativo que ocurre durante el ejercicio intenso. Las bebidas bajas en calorías son la mejor opción para lograrlo, tanto durante el entrenamiento como en el día a día.
La falta de hidratación en la actividad física puede tener como resultado un desequilibrio de electrolitos, esto representa un riesgo para nuestra salud que no debemos tomar una ligera, ya que en casos extremos puede llegar a ser fatal. Generalmente esto ocurre cuando hay deshidratación, ocasionada por calor excesivo, vómito o diarrea.
Los principales síntomas de esto incluyen : fatiga, palpitaciones irregulares, entumecimiento, confusión, debilidad muscular, acalambramiento, dolor de cabeza y convulsiones, por este motivo es de importancia vital reemplazarlos cuando estamos expuestos a estas situaciones.
Adoptar hábitos de hidratación apropiados son fundamentales para nuestra salud y bienestar, además de ayudarnos a aprovechar al máximo cada uno de nuestros entrenamientos, asiste en el funcionamiento óptimo de nuestro organismo.
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