Una investigación reciente reunió las opiniones de médicos, dietistas, expertos en fitness y farmacéuticos para reconocer las acciones habituales que influyen negativamente en la vejez.
Una encuesta de US News & World Report a 53 expertos en salud reveló los hábitos más perjudiciales para el envejecimiento saludable. Según los resultados, los principales factores que aceleran el deterioro biológico son la inactividad física, el tabaquismo, el consumo de productos ultraprocesados y la falta de sueño reparador.
De acuerdo con el estudio, el 57% de los expertos señaló que la ausencia de ejercicio regular es el factor más nocivo. El tabaquismo fue identificado por el 34%, mientras que la alimentación ultraprocesada y la falta de sueño empataron en el tercer lugar, con un 30% de las menciones cada uno.
Encabeza la lista de riesgos la falta de actividad física. El ejercicio regular ayuda a preservar la longitud de los telómeros, estructuras que protegen los cromosomas y cuya degradación se asocia con el envejecimiento biológico y el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad. La falta de actividad física se ha vinculado con telómeros más cortos, inflamación persistente y pérdida de masa muscular, lo que incrementa el riesgo de patologías crónicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana y ejercicios de fortalecimiento muscular dos veces por semana.
Shanley Chien, editora de salud de US News & World Report, destacó que “cuando se trata del envejecimiento saludable, los expertos dicen que el mayor error es la falta de actividad física”.
El tabaquismo, que en 2022 afectó a más de 28 millones de adultos estadounidenses, daña las células, debilita el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de enfermedades graves. Este hábito, identificado por más de un tercio de los expertos consultados y la OMS, sigue siendo una de las principales amenazas para la salud a largo plazo. A través del cigarrillo y sus derivados, las personas se enfrentan a condiciones como el cáncer de pulmón, patologías cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
En cuanto a la alimentación, los especialistas advierten sobre el impacto de los productos ultraprocesados, que pueden llegar a representar hasta el 70% de la dieta en países como Estados Unidos. El consumo habitual de alimentos como salchichas, papas fritas y gaseosas se asocia con obesidad, diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer, depresión, ansiedad y un mayor riesgo de muerte prematura. La encuesta refleja la preocupación de los expertos por la prevalencia de estos productos en la dieta diaria y su efecto acumulativo en el envejecimiento. Asimismo, estos productos pueden generar una cierta adicción.
El sueño insuficiente ha sido señalado como un error frecuente y a menudo subestimado. Los especialistas consultados subrayan que el descanso nocturno es esencial para funciones cerebrales como la reparación celular, la consolidación de la memoria y la eliminación de toxinas. La recomendación general es que los adultos procuren dormir entre siete y nueve horas cada noche, ya que la falta de sueño adecuado puede tener consecuencias profundas en la salud física y mental.
Más allá de estos cuatro hábitos, la encuesta destacó la importancia de un enfoque integral del bienestar. Chien remarcó que “una vida verdaderamente saludable no se trata solo de lo que comes o de la frecuencia con la que vas al gimnasio; también se trata de un enfoque holístico que incluye el bienestar mental, emocional y social”.
Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) coinciden en que priorizar la actividad física diaria, una alimentación equilibrada, un descanso adecuado y la gestión del estrés constituye la base para un envejecimiento saludable. Además, insisten en que pequeñas modificaciones en los hábitos diarios pueden marcar una diferencia significativa en la longevidad y el bienestar.
El Aragueño