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Fases de la enfermedad de Parkinson

  • 12-Junio-2025 12:28
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Parkinson
Parkinson. Foto: cortesía

El Parkinson afecta a millones de personas en todo el mundo y su progresión se puede predecir y medir a través de un sistema médico específico. Los profesionales de la salud utilizan la escala Hoehn y Yahr para clasificar esta enfermedad neurodegenerativa en siete etapas distintas.

Según detalló Very Well en un número especial dedicado al Parkinson, esta clasificación permite a pacientes, familias y equipos médicos comprender mejor la evolución de la enfermedad y planificar el tratamiento adecuado para cada fase. La escala forma parte del Sistema Unificado de Evaluación de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS, por sus siglas en inglés), el método ampliamente aceptado para clasificar, monitorear y gestionar el progreso de esta condición.

Características del Parkinson como enfermedad progresiva

El Parkinson se desarrolla gradualmente y empeora con el tiempo, según informó Verywell. Los síntomas comunes incluyen rigidez, temblores y dificultades con el equilibrio y la coordinación. A medida que la enfermedad avanza, los síntomas se van manifestando progresivamente, pueden aparecer dolor muscular y calambres, problemas de sueño, deterioro de la memoria, depresión y cambios de comportamiento.

Evolución de la escala Hoehn y Yahr

Originalmente, la escala Hoehn y Yahr constaba de cinco etapas, pero con el tiempo fue modificada para incluir dos etapas adicionales: la 1.5 y la 2.5. Esta ampliación permite una clasificación más precisa de los síntomas y una mejor comprensión de la progresión de la enfermedad.

Etapa 1: los primeros síntomas

La primera etapa representa el inicio más temprano del Parkinson. Los síntomas son muy leves y no causan discapacidad ni interfieren con las actividades diarias. Una característica distintiva de esta fase es que los síntomas afectan únicamente un lado del cuerpo, fenómeno conocido como afectación unilateral.

Los síntomas más comunes en esta etapa incluyen temblores, generalmente en una mano o pierna, y cambios leves en la postura, el movimiento y las expresiones faciales. Estos síntomas iniciales son tan sutiles que a menudo pasan desapercibidos o se atribuyen al envejecimiento normal.

Etapa 1.5: extensión hacia el tronco

Esta etapa intermedia no difiere mucho de la primera, excepto que ahora el cuello y la columna vertebral se ven involucrados. Los síntomas siguen siendo leves y unilaterales, pero la afectación se extiende hacia el tronco del cuerpo.

Etapa 2: afectación bilateral

En la segunda etapa, los síntomas afectan ambos lados del cuerpo, conocido como afectación bilateral, aunque el equilibrio aún no se ve comprometido. La transición de la primera a la segunda etapa puede tomar meses o años.

Los cambios en la postura y la marcha se vuelven más evidentes. Los pacientes pueden comenzar a experimentar problemas del habla, como arrastrar las palabras o ser incapaces de controlar el tono de voz. También se observa mayor rigidez y pérdida del control de las expresiones faciales.

Etapa 2.5: primeros problemas de equilibrio

En esta fase, los pacientes comienzan a experimentar un deterioro leve del equilibrio, pero aún no hay pérdida completa del mismo. Los profesionales de la salud realizan la “prueba de tracción” para evaluar el grado en que el equilibrio se ha visto afectado.

La prueba consiste en que un proveedor de atención médica se coloque detrás del paciente y le pide que mantenga el equilibrio cuando lo tire hacia atrás. Tomar tres o más pasos para recuperar el equilibrio cuando se tira hacia atrás indica que se ha alcanzado esta etapa.

Etapa 3: pérdida significativa del equilibrio

La tercera etapa marca un avance considerable del Parkinson y a menudo se considera la fase intermedia en toda la progresión del trastorno. Finalmente se experimenta pérdida del equilibrio y se realiza la prueba de tracción para verificarlo.

Si el paciente no recupera el equilibrio y el proveedor de atención médica tiene que atraparlo para evitar una caída, se considera que el equilibrio está deteriorado. Los profesionales de la salud encuentran fácil hacer un diagnóstico definitivo cuando el paciente ha llegado a esta etapa.

La discapacidad es evidente en esta fase, y los pacientes pueden encontrar más difícil realizar tareas básicas como vestirse y comer. Es posible llevar a cabo las actividades diarias sin ayuda externa. Dependiendo del tipo de trabajo y cuánta destreza física requiera, también puede ser posible mantener el empleo.

Etapa 4: síntomas severos y dependencia

Los síntomas se vuelven severos en esta etapa. Los pacientes se vuelven incapaces de realizar sus tareas diarias sin asistencia, o si pueden hacerlo, será muy desafiante, haciendo que la vida independiente sea casi imposible.

Las partes del cuerpo y la lentitud del movimiento empeoran considerablemente. Aún es posible ponerse de pie y caminar por sí mismo, pero puede ser difícil y usar un andador puede facilitar la movilidad.

Etapa 5: la fase más avanzada

Esta es la etapa más avanzada del Parkinson, donde la mayoría o todos los síntomas experimentados previamente empeoran. Se vuelve imposible moverse sin ayuda y es necesaria una silla de ruedas.

Los pacientes también son incapaces de realizar sus tareas de vida diaria como comer, vestirse y bañarse por sí mismos. Debido a esto, es necesario el cuidado de enfermería constante para prevenir caídas y otros accidentes.

Algunas personas también experimentan delirios, demencia, alucinaciones y confusión en esta etapa. Es importante destacar que no todas las personas alcanzan la etapa 5 del Parkinson. En casos poco comunes, los síntomas de una persona pueden volverse severos pero aún limitarse a un solo lado del cuerpo.

Uso médico y variabilidad de la progresión

Médicamente, estas etapas se utilizan como una guía general y, de hecho, constituyen una de las secciones del Sistema Unificado de Evaluación de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS). Este sistema es el método ampliamente aceptado para clasificar, monitorear y gestionar el progreso del Parkinson.

La progresión de la enfermedad puede variar considerablemente entre pacientes. Mientras algunos pueden avanzar rápidamente a través de las etapas, otros pueden permanecer en una etapa particular durante años. Esta variabilidad subraya la importancia de un seguimiento médico individualizado y regular.


El Aragueño / Noticias Venevision 

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