Investigadores del Instituto de Salud Carlos III han conseguido el primer borrador de la secuencia completa del virus causante de la viruela del mono a partir de las muestras de 23 pacientes.
Esta secuenciación completa ha confirmado que el ortopoxvirus de la viruela del mono del brote que se está produciendo en España pertenece a un grupo fitogenético de África Occidental, que es el de menor virulencia entre los conocidos y el que se ha identificado por el momento en la mayoría de los países fuera de África implicados en este brote.
La secuenciación del de la viruela del mono la ha conseguido un equipo del Laboratorio de Arbovirus y de las Unidades de Genómica y Bioinformática de este Instituto -dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación- y el logro permitirá hacer análisis más avanzados para obtener datos sobre su comportamiento y comprender mejor su origen, circulación y difusión.
Se trata de una enfermedad infecciosa que cursa con diferentes síntomas leves, especialmente una erupción cutánea que comienza en la cara y se extiende por el resto del cuerpo, por lo que se recomienda el aislamiento de los afectados mientras curse la enfermedad ya que podría se transmisible durante 3 ó 4 semanas.
Se trata de una de las secuencias más completas que se han obtenido hasta el momento, y ha permitido además alcanzar una cobertura del 100 por cien de los 190.000 pares de bases del genoma de este virus.
Las secuencias en crudo se terminaron de obtener el pasado lunes por la noche y el análisis de computación se ha completado en las últimas 36 horas. Los resultados señalan que las muestras secuenciadas parecen pertenecer al mismo brote detectado en otros países europeos, ya que los genomas obtenidos apenas difieren de los ya secuenciados en otros países; en concreto, el análisis realizado en el ISCIII concluye que hay muy pocas diferencias respecto a la secuenciación llevada a cabo en Alemania.
La información que obtengan se enfrentará a las ya conocidas y depositadas en bases de datos internacionales para evaluar el grado de identidad y, en su caso, la localización de las diferencias que pudieran existir entre la secuencia española y los demás datos internacionales.
Toda esta información, ha destacado el Instituto, permitirá realizar los estudios de trazabilidad del brote, así como identificar potencialmente su origen.