De lo bueno, poco. Este típico dicho, como muchos otros refranes, encapsula una gran verdad. Los excesos nunca son buenos, incluso en bebidas tan inocuas como una taza de té. Al igual que el café, en grandes cantidades puede estar asociado a ciertos efectos negativos y ser responsables por algunas contraindicaciones.
Si bien no tiene cafeína, el té contiene una sustancia química similar, conocida como teína, que puede provocar los mismos efectos que el café en las personas que son sensibles a este tipo de compuesto.
¿Qué efectos negativos puede tener?
Además de las palpitaciones y los efectos digestivos de la teína, el té puede disminuir la absorción de hierro. Esto es por los taninos que contienen las hojas de las plantas, aunque faltan estudios a largo plazo que permitan conocer si es que la dificultad en la absorción realmente produce algún problema real en la salud; por lo que los expertos recomiendan solo aumentar los alimentos ricos en el mineral.
Dependiendo del tipo de té que tomes, también podrías exponerte a daño hepático por la alta concentración de flúor que los investigadores encontraron en las tazas de té de las marcas más económicas.
Según sus descubrimientos, al dejar el té reposar durante dos minutos, se obtienen entre 3,6 y 7,96 miligramos de fluoruro por litro de la bebida; o sea, que si tomas un litro de té (el más barato) al día, estarías ingiriendo entre el 75 y 120% de la dosis recomendada.
En el mismo estudio se detalla que el exceso de este mineral en la alimentación humana puede producir fluorosis de los dientes y esqueleto.
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