El romero es una planta aromática típica en la península ibérica y en la cuenca mediterránea que se ha utilizado desde la antigüedad en la medicina tradicional debido a sus propiedades y también como condimento, potenciando el sabor de los alimentos. Hoy también se usa como planta digestiva.
Esta planta está relacionada con el sistema digestivo al estimular y favorecer las secreciones y la producción de jugos gastrointestinales. Tiene los siguientes efectos:
• Carminativo, al reducir la generación de gases en el tubo digestivo, disminuyendo las flatulencias y cólicos.
• Contribuye a la expulsión de la bilis retenida en la vesícula biliar.
• Tiene un efecto diurético por su poder antiinflamatorio, antiulcerogénico y antioxidante.
• Efecto antibactericida, antiséptico, fungicida y balsámico.
• Efecto rubefaciente y cicatrizante al incrementar el flujo sanguíneo para aliviar los dolores.
El romero se usa para problemas intestinales al tener propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, siendo un remedio para la colitis, estreñimiento, diarrea o el colon irritable. También, al contar con otras propiedades como tónicas y estimulantes, contribuyen a mejorar los problemas como las malas digestiones. Asimismo, evita las flatulencias, la acidez estomacal, la hinchazón y el reflujo.
El Economista