La bronquitis y la neumonía son enfermedades infecciosas que afectan al sistema respiratorio.
Cuando hace mucho frío el cuerpo humano puede presentar defensa bajas, por lo que es común ver personas con estos padecimientos. Sin embargo, hay que decir estas infecciones se dividen en dos tipos:
Altas: se presentan por encima de la tráquea; por ejemplo: el resfriado común, la gripe, la faringitis y la laringitis.
Bajas: son aquellas que se encuentran por debajo de la tráquea; tales y como la neumonía y bronquitis aguda.
Aunque la bronquitis y la neumonía afectan al sistema respiratorio, existen algunas diferencias entre ellas. A continuación te decimos cuáles son:
La bronquitis afecta los bronquios (los conductos que llevan el aire dentro de los pulmones).
Mientras que la neumonía afecta los alvéolos (el tejido pulmonar donde se produce el intercambio gaseoso con el ambiente, se absorbe oxígeno del aire y se elimina dióxido de carbono del organismo-).
En la neumonía se produce inflamación en los sacos alveolares de un área en particular del pulmón, los cuales se llenan de secreción mucosa producto de la infección y en esas áreas se interfiere el intercambio gaseoso. Generalmente, se enferma un solo pulmón.
Por otro lado, en la bronquitis se produce inflamación en las paredes de los bronquios, aumenta la producción de moco por las glándulas ubicadas en la mucosa bronquial y hay disminución del espacio por donde pasa el aire, afectándose los dos pulmones.
La bronquitis es causada principalmente por virus pero también pueden estar involucradas bacterias.
Mientras que la neumonía es por bacterias, aunque también pueden verse casos ocasionados por otros microorganismos como hongos y virus.
En la neumonía hay tos con expectoración (flema) que puede tener diferente coloración (amarillenta, verdosa, marrón), la fiebre es alta, puede haber dolor en alguna parte del tórax (generalmente a un costado) y puede presentarse dificultad para respirar.
En cambio, en la bronquitis hay tos que puede ser seca o con expectoración (flema) blanca o amarillenta, la fiebre puede ser leve o estar ausente, se presenta dificultad para respirar y puede estar acompañado de sensación de opresión torácica (“pecho apretado”).
A través de los exámenes de sangre y RX de tórax se determina la bronquitis, aunque puede haber alteraciones leves en la hematología y cambios radiológicos discretos en ambos pulmones.
En la neumonía se evidencia infección bacteriana en los exámenes de sangre (hematología) y la RX de tórax siempre muestra la presencia de infección en el pulmón afectado; en algunos casos puede haber derrame pleural (líquido alrededor del pulmón enfermo).
En la neumonía siempre se indican antibióticos (a veces más de uno), jarabes en los casos en que se dificulte la expulsión de la flema, analgésicos si hay dolor torácico, no hay necesidad de inhaladores o nebulizaciones a menos que haya un cuadro asociado que lo amerite.
En otra instancia, la bronquitis puede requerir uso de inhaladores o nebulizaciones, jarabes en los casos en que se dificulte la expulsión de la flema o la tos sea muy intensa, antibiótico en caso que se sospeche de infección bacteriana.