Estudios científicos actuales no han identificado el coronavirus en la leche de las madres lactantes. De acuerdo con los expertos, “la lactancia materna tiene un papel protector contra la infección -por sus propiedades inmunológicas…” y por eso, recomiendan mantener esta práctica, adoptando los procedimientos preventivos.
La pediatra y neonatóloga, especialista en lactancia, Eunice Lample, del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), resalta que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y otras instituciones sanitarias nacionales e internacionales es no suspender la lactancia materna en tiempos de pandemia, incluso si la madre se ha contagiado de la enfermedad.
Asimismo, en caso de que el infante haya contraído el coronavirus, se debe cumplir a cabalidad con los protocolos ya pautados, se colocará en aislamiento, pero es posible continuar alimentándolo con leche materna, explica Lample.
“La leche materna contiene todos los nutrientes específicos, como proteínas, carbohidratos, grasas, oligoelementos, que el bebé puede metabolizar; no así cuando se le da a un infante leche de vaca, por ejemplo. Es un alimento vivo y posee una microbiota específica de la especie humana, fundamental para su salud porque en ella está todo ese componente orgánico de microorganismos presentes en nuestro cuerpo que tienen una función protectora e inmunológica”, explica.
Lample, señala que el sistema inmunológico del recién nacido está en proceso de maduración por lo que necesita de esos beneficios inmunomoduladores que solo posee la leche de su progenitora.