Consejos prácticos para evitar el dolor de espalda crónico

Cada vez es más frecuente el dolor de espalda entre la población más joven. Este dolor puede ser debilitante e interferir con las actividades diarias, la calidad del sueño y el bienestar general.

Si bien no existe una cura única para el dolor de espalda crónico, hay algunas cosas que puedes hacer para prevenirlo o reducir su impacto en tu vida.

Factores de riesgo del dolor de espalda crónico

Antes de hablar de cómo prevenir el dolor de espalda crónico, es importante comprender algunos de los factores de riesgo que pueden aumentar tus probabilidades de padecerlo:

Edad: el dolor de espalda crónico es más común en adultos mayores de 40 años.

Peso corporal: el exceso de peso o la obesidad ejercen presión adicional sobre la espalda.

Inactividad física: las personas que no hacen ejercicio regularmente tienen un mayor riesgo de dolor de espalda crónico.

Tabaquismo: fumar daña los discos intervertebrales y reduce el flujo sanguíneo a la espalda.

Genética: si tienes familiares con dolor de espalda crónico, es más probable que tú también lo padezcas.

Levantamiento de objetos pesados: los trabajos o actividades que implican levantar objetos pesados ??o realizar movimientos repetitivos pueden aumentar el riesgo de dolor de espalda crónico.

Mala postura: una mala postura al sentarse, pararse o dormir puede poner tensión en la espalda y contribuir al dolor.

Condiciones médicas: algunas condiciones médicas, como la artritis reumatoide y la osteoporosis, pueden aumentar el riesgo de dolor de espalda crónico.

Seis estrategias para prevenir el dolor de espalda crónico

Si bien no puedes controlar algunos factores de riesgo, como la edad o la genética, hay muchos cambios en tu estilo de vida que puedes hacer para reducir tu riesgo de desarrollar dolor de espalda crónico o para manejarlo mejor si ya lo tienes.

Mantén un peso sano: si tienes sobrepeso u obesidad, perder incluso una pequeña cantidad de peso puede ayudar a reducir la presión sobre la espalda y aliviar el dolor.

Haz ejercicio regularmente: la actividad física regular es esencial para fortalecer los músculos de la espalda y el abdomen, lo que puede ayudar a prevenir el dolor de espalda. Algunos ejercicios de bajo impacto que son buenos para la espalda incluyen caminar, nadar y yoga o pilates.

Fortalece tu core: los músculos del core son los que sostienen la columna vertebral. Fortalecerlos puede ayudar a mejorar la postura y reducir el dolor de espalda. Algunos ejercicios para fortalecer el core incluyen planchas, elevaciones de piernas y abdominales.

Mantén una buena postura: una buena postura es importante para prevenir el dolor de espalda tanto al sentarte como al estar de pie. Cuando estés sentado, asegúrate de que tu espalda esté recta, los pies planos en el suelo y los codos doblados en un ángulo de 90 grados. Cuando estés de pie, mantén los hombros hacia atrás y la cabeza en alto.

Usa técnicas de levantamiento adecuadas: si necesitas levantar objetos pesados, asegúrate de usar las técnicas correctas para evitar lesiones. Agáchate con las rodillas, no con la espalda, y mantén el objeto cerca de tu cuerpo.

Toma descansos frecuentes: si pasas mucho tiempo sentado, toma descansos frecuentes para levantarte y moverte. Es muy importante movilizar la espalda para evitar dolores y problemas a largo plazo.