La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó una lista de algunas causas que traen graves consecuencias sobre los malos hábitos que podemos tener y que dañan nuestro cerebro (lo van envejeciendo o lo llevan a sufrir complicaciones mortales).
Consumo alto de azúcares: Al no tener una dieta saludable y balanceada el cerebro se ve afectado trayendo graves enfermedades.
No desayunar: El desayuno te proporcionará los nutrientes necesarios para tener energía y comenzar el día activo.
Fumar: El terrible hábito de fumar reduce considerablemente la materia cerebral y el suministro de oxígeno al cerebro.
Exponerse a ambientes contaminados: El cerebro necesita un suministro constante de oxígeno, pero diferentes sustancias tóxicas podrían interferir con el intercambio de gases, transporte y procesamiento de oxígeno hacia las células, lo que reduce la eficiencia cerebral.
No dormir lo suficiente: Necesitamos dormir lo suficiente por la noche para que el cerebro descanse, a fin de que los procesos metabólicos se lleven a cabo correctamente.
Comer en exceso: Comer alimentos que el cuerpo no necesita provoca una acumulación de sustancias residuales en forma de grasas y endurecimiento de las arterias cerebrales.
Consumo de alcohol: El alcohol puede arruinar tus órganos, principalmente el sistema nervioso, el hígado y el corazón. Impacta las reacciones químicas que tienen lugar en el cerebro.
Estrés y violencia: El estrés provoca varias reacciones al sistema nervioso, algunas de las cuales reducen la capacidad mental y también aumentan el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y ataques cardíacos. Con respecto a la violencia, según un estudio de la Universidad de Londres, se encontró que el cerebro de los niños maltratados aprende a protegerse y se vuelve hipervigilante, queda en constante alerta, expectante y activo, tratando de encontrar casi de manera continua signos potencialmente peligrosos o amenazantes.
La activación cerebral tan grande y tan constante provoca un amplio desgaste emocional y cognitivo, y produce niveles de ansiedad muy elevados, por lo que serán incapaces de controlar la ansiedad cuando son adultos.
No realizar actividad física: La revista Neurobiology of Aging nos menciona que hacer ejercicio, por lo menos tres días a la semana, mantiene el cerebro bien estructurado y acelera su funcionamiento.
Falta de estímulos mentales y ejercicio: Leer un libro o trabajar a través de una búsqueda de palabras para estimular tu cerebro aumenta la capacidad de aprendizaje y la memoria.
Fuente: Panorama