El estrés y la ansiedad son los detonantes frecuentes para que las personas no puedan descansar.
Todos hemos sufrido en algún momento de nuestras vidas problemas para lograr conciliar el sueño pero es una condición que afecta a más mujeres que hombres.
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, afirma que está vinculado a más casos femeninos que masculinos.
¿Por qué no puedo dormir?
La falta de sueño es llamada insomnio. Se produce habitualmente a causa del estrés y la ansiedad, pero que con la incorporación de ciertos hábitos en la vida pueden influir positivamente en la calidad del sueño.
Según la Revista Hota propone los siguientes trucos para lograr un sueño reconfortante:
Haz ejercicio
Realizar actividades físicas te ayudará a reducir el estrés y a liberar tensiones. Además, estarás más cansado al momento de llegar por la noche a tu hogar.
Establece una rutina
Con la conformación de una rutina se acostumbrará al cuerpo a saber que ha llegado la hora de descansar y será más fácil conseguir el sueño.
Dile “Sí” a la siesta
Un pequeño descanso después de comer mejorará la calidad de tu sueño durante la noche. Eso sí, que no sea de más de media hora.
El dormitorio es para dormir
Uno de los principales problemas de las personas es que vinculan su habitación con un dormitorio para trabajar, esto es perjudicial, pues el cerebro lo ligará a esto y no permitirá que la persona logre un descanso reconfortante.
Un poco de frío
Las temperaturas elevadas pueden producir un descanso intermitente. Una pequeña ventilación durante el día y la temperatura óptima durante la noche son claves para un buen descanso.
Medita
Si aprendes técnicas de meditación y relajación evitarás que el cuerpo esté alerta cuando no debe.
Nunca olvidar la cena
Ir a la cama con hambre dificulta el sueño y puede hacer que las personas se despierten con molestias estomacales.
Lo ideal es tomar un batido o fruta en caso de estar inmerso en una dieta estricta o algún procedimiento médico.
Tomar infusiones
El consumo de infusiones de manzanilla ayuda a la relajación muscular; la valeriana y la tila tienen propiedades sedantes; y las flores de naranjo tienen un poderoso efecto ansiolítico y relajante.
Escuchar música
Escuchar 30 minutos de música relajante antes de ir a la cama es un remedio tan simple como efectivo. Es ideal elegir las tonadas que más relajen el cerebro de una persona como por ejemplo música clásica o sonidos de la naturaleza, como aves, olas del mar o el discurrir de un arroyo.
Té de lechuga
El agua resultante de la cocción de lechuga tiene un efecto tranquilizante y sedante, gracias a una sustancia llamada lactucina que ayudará a dormir.
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