Un estudio español del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (Idibell) y la Universitat de Barcelona (UB) revela que las células tumorales tienen mecanismos de hibernación que les permiten sobrevivir en situaciones desfavorables, como reducción de nutrientes y energía.
Este mecanismo podría explicar la reaparición de tumores después del tratamiento.
El trabajo, publicado en la revista «Science Advances», observa por primera vez que, ante una situación de falta de nutrientes, oxígeno y energía, las células tumorales paran de crecer y crean un pequeño reservorio con todo el material necesario para reiniciar rápidamente el crecimiento y la división celular en cuanto las condiciones vuelvan a ser favorables, explica este lunes el Idibell en un comunicado.
Para la proliferación celular, es imprescindible que se produzcan proteínas que aporten el material y las herramientas necesarias para que las células crezcan y realicen todas las acciones necesarias para su división.
Las «fábricas» dentro de las células que producen estas proteínas son los ribosomas.
El estudio describe que cuando las células tumorales se encuentran en un ambiente bajo en nutrientes, como podría ser la quimioterapia, estas son capaces de detectarlo y enviar una señal interna que secuestre todos los ARNm ribosomales, es decir, «los manuales de instrucciones necesarios para construir las fábricas de proteínas».
«La célula degrada todo lo que puede para conseguir un poco de energía que le permita sobrevivir. Secuestrar los ribosomas permite mantenerlos intactos y disponibles para cuando la situación vuelva a la normalidad y la célula pueda volver a crecer rápidamente», explica el investigador del Idibell, profesor de la UB y líder del proyecto, Antonio Gentilella.
«Se trata de un mecanismo de resistencia metabólica observado en diversos tipos tumorales, desde células de cáncer colorrectal, de pulmón o de vejiga, y potencialmente en muchos otros tumores», apuntan los investigadores del Idibell y primeros autores del artículo, Pedro Fuentes y Joffrey Pelletier.
La quimioterapia crea las condiciones desfavorables de falta de nutrientes y oxígeno que podrían promover la creación de reservorios de ribosomas en las células que sobreviven a dichas condiciones.
Por lo tanto, la hipótesis de los investigadores es que se trata de un mecanismo importante para la reaparición de los tumores después de la terapia.
«La quimioterapia puede reducir mucho el tamaño de los tumores, pero ¿qué queda al final? Es muy probable que el propio tratamiento no haya afectado a las células que han bajado el consumo energético y a la vez han generado un reservorio de ribosomas, ya que les es más fácil sobrevivir y volver a crecer tras el tratamiento», indica Gentilella.
En estos momentos, el equipo está estudiando a nivel clínico en qué grado esto está pasando en diferentes tipos de tumores y si se puede bloquear para evitar su reaparición.
EFE