La práctica de ejercicio físico entre los 45 y los 55 años, resulta cada vez más necesaria si queremos disfrutar de un envejecimiento activo que asegure nuestra calidad de vida durante la tercera edad.
Las principales ventajas de seguir practicando deporte a esta edad son:
Aumenta la autoestima y favorece las relaciones sociales: Se pueden establecer relaciones con gente nueva basadas en el deporte, y fomentar el sentimiento de grupo y de participación social, incluso formando parte de clubes, grupos o asociaciones de diferentes actividades.
Mejoras a nivel físico: Ayuda a mejorar la capacidad respiratoria y a una distribución del oxígeno a los músculos más eficiente, lo que repercute en un mejor estado de estos y de los diferentes órganos.
Favorece la circulación: Limita la aparición de varices o tromboflebitis, ya que durante el ejercicio la sangre circula más rápidamente.
Cuida el peso: Ayuda a controlar el peso, y a adelgazar en caso necesario, y mejora así tanto el aspecto físico como la salud.
Bueno para hombres y mujeres: En las mujeres ayuda a prevenir la osteoporosis o la falta de tono muscular ligada a la edad y en los hombres puede prevenir cardiopatías y el aumento de colesterol en la sangre
Con información de WebConsultas.