Al menos 28 personas han muerto por el brote de ébola declarado el pasado día 4 en la provincia de Kasai (centro de la República Democrática del Congo, RDC), informó este domingo el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) de este país.
Según el organismo, el número de casos asciende a 81, lo que supone una tasa de letalidad del 34,6 %, mientras que los contactos identificados alcanzan los 716.
Desde el viernes se han registrado dos muertes, cinco nuevos casos y siete sospechosos en la zona de salud de Bulape, una de las áreas afectadas.
El pasado jueves, la agencia de salud de la Unión Africana (UA) alertó de que el brote de ébola en la RDC representa un «enorme desafío» para África, al estallar en un contexto de múltiples epidemias y en un escenario de «recursos limitados» para afrontarlas.
«Es un enorme desafío y supone también un gran esfuerzo para los propios gobiernos y todos los socios que trabajan juntos para controlar el brote», dijo en una rueda de prensa virtual el epidemiólogo Ngashi Ngongo, jefe de la Oficina Ejecutiva de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC de África).
Ngongo también alertó de que el brote tiene un alto riesgo de propagación en el país, ya que la epidemia comenzó en las zonas de salud de Bulape y Mweka, en Kasai, y ya se han detectado además dos nuevas localidades con casos sospechosos.
Este es el decimosexto brote de ébola en la historia de la RDC desde que se detectó por primera vez el virus en 1976 y el primero en la provincia de Kasai desde 2008.
El más reciente se produjo entre agosto y septiembre de 2022, con una única víctima mortal en la provincia de Ecuador (oeste).
La estrategia de las autoridades congoleñas, con apoyo de la UA y de la Organización Mundial de Salud (OMS), contempla la vigilancia inmediata de todos los contactos directos o indirectos de los enfermos y fallecidos, así como la administración de la vacuna.
El ébola es una fiebre hemorrágica grave que se transmite por contacto directo con sangre o fluidos corporales de personas y animales infectados, con una tasa de mortalidad que, según la OMS, oscila entre el 60 % y el 80 %.
Entre 2014 y 2016, la peor epidemia registrada en el mundo dejó unas 11.300 muertes en África occidental -principalmente en Guinea-Conakri, Liberia y Sierra Leona-, aunque la OMS sostiene que las cifras reales podrían ser más elevadas.
EFE