La buena dieta y alimentación son un pilar fundamental para la salud, gracias al aporte nutricional de cada alimento. Pero para obtener todas las ventajas de los diferentes productos, no solo debemos elegir bien lo que comemos, sino que también debemos pensar cómo los preparamos.
Es que ciertos alimentos presentan cambios químicos y de composición desde el minuto en que los cortamos, por ejemplo, la oxidación de las manzanas, los que serían incluso más exagerados cuando los exponemos a diferentes procesos de cocción.
Revisa cuáles son aquellos alimentos que deberías preferir de comer crudos, para sacar el máximo provecho de sus beneficios.
Si bien las frutas cocidas tienen su momento y lugar, por ejemplo, podrían ser de gran ayuda para algunas personas con ciertos problemas gástricos, la mayoría debería preferir comerlas cuando están crudas, e incluso, algunas son mejores con cáscara.
Es que cuando expones las frutas al calor, se pierden químicos fundamentales. Por ejemplo, la vitamina C es extremadamente sensible a la luz y el calor, además de ser hidrosoluble, por lo que cocinar cualquier fruta alta en este nutriente disminuirá considerablemente su aporte nutricional.
Lo mismo ocurre con las vitaminas del complejo B, las que se disuelven rápidamente, si es que colocas la fruta a cocer en agua, por ejemplo.
Pero también hay algunas excepciones. El tomate, por ejemplo, también una fruta, cuando se consume cocido tiene 3 veces más licopenos, el compuesto que le da su color rojo. Este carotenoide ha sido estudiado como un nutriente clave para evitar ataques cardíacos y reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata, entre otros.
Al igual que las frutas, los nutrientes de las verduras disminuyen cuando están expuestos al calor. Por ejemplo, en el caso de las vitaminas A, D, E y K, que son liposolubles, disminuirán su concentración y, por lo tanto, sus beneficios.
Incluso con verdura como el brócoli y la coliflor, los que estamos acostumbrados a cocer, se deberían comer cuando están crudos. Pero si prefieres comerlos cocidos, un estudio demostró que el daño será menor si es que los preparas en el microondas o al vapor, en vez de directamente en agua.
Si bien al tostarlos aumenta el sabor de los frutos secos, al exponerlos al calor se pierde un porcentaje de su aporte de vitamina B.
La doctora María Isabel Beltrán, contó a la revista española Clara que ella recomienda comerlos "crudos y a ser posible con su piel, que es muy rica en fibra".
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