Las autoridades de Filipinas elevaron este viernes a 25 el total de muertes computadas en los últimos diez días por el paso de tres ciclones, mientras el último de estos fenómenos (Co-may) tocó tierra la noche del jueves y se prevé que vuelva a arremeter con toda su fuerza esta noche a unos 370 kilómetros al norte de Manila.
El departamento gubernamental para el manejo de desastres, que cifró en 12 el total de muertes el jueves, publicó este viernes un nuevo reporte en el que sube ese número hasta 25, sin explicar si las 13 nuevas víctimas perecieron en las últimas 24 horas o se trata de decesos de días anteriores que no estaban registrados.
También se han documentado ocho personas heridas y otras ocho desaparecidas.
El reporte explica que el mal tiempo comenzó a causar estragos desde el 15 de julio. En adelante, el tifón Wipha y la tormenta Francisco provocaron lluvias que generaron inundaciones en el archipiélago, lo que llevó al Gobierno a declarar la suspensión de clases en algunas regiones, después de que unas 3.000 aulas sufrieran daños.
Las autoridades aeronáuticas suspendieron el jueves unos 70 vuelos y hoy cancelaron otros 27, mientras que decenas de rutas sufrieron retrasos debido al mal tiempo.
Este viernes, el ciclón Co-may, llamado Emong en Filipinas, generó vientos de 120 kilómetros por hora en la madrugada en la provincia de Pangasinan y se prevé que vuelva a tocar tierra en la localidad de Llocos del Sur.
La Agencia Meteorológica (PAGASA) estima que 3,8 millones de personas se han visto afectadas de distintas manera por las inundaciones, que también han causado daños en más de tres millones de viviendas, un millar de ellas con pérdidas severas.
Entre los daños confirmados por las autoridades hay pérdidas de cultivos, puentes peatonales y vehiculares caídos, deslizamientos de tierra, vías inundadas y desprendimiento de árboles. Por todo ello, al menos 84 municipios han declarado el estado de calamidad.
EFE.