Los propietarios de pequeñas y medianas empresas (pymes) en Estados Unidos se muestran prudentemente optimistas con respecto al próximo año y el 74% espera un aumento de ingresos y casi el 60% prevé expandir sus negocios, según un informe de Bank of America.
El estudio, basado en una encuesta a más de 1.000 propietarios de pequeñas y medianas empresas, revela que alrededor de la mitad de los dueños cree que las economías locales (53%), nacionales (48%) y mundiales (45%) mejorarán durante el próximo año.
Los encuestados señalaron que su confianza podría aumentar si se estabilizan la política arancelaria (53%), la inflación (52%), las tasas de interés (52%) y las cadenas de suministro (39%).
A pesar de este optimismo, los empresarios reconocen desafíos económicos. En concreto, el 88% afirma sentir el impacto de la inflación, lo que ha llevado al 64% a subir precios y al 39% a revisar flujo de caja y gastos.
La escasez de mano de obra afecta al 61% de los dueños, quienes trabajan más horas (50%) o aumentan salarios para atraer talento (40%), agrega el estudio, publicado el lunes.
Sin embargo, solo el 1% planea despedir empleados, mientras que el 43% proyecta contratar más personal.
La integración de tecnologías e inteligencia artificial también destaca: el 77% de las empresas ya las ha incorporado en sus operaciones, y casi todos planean ampliar herramientas digitales y de IA en los próximos cinco años para mejorar eficiencia y crecimiento.
El informe subraya que las pymes, que representan más del 99% de las empresas estadounidenses y generan cerca de la mitad del empleo privado, serán clave para medir la resiliencia económica del país.
«Estamos viendo cómo los empresarios ajustan sus estrategias frente a un entorno económico que consideran más volátil», indica el documento.
Asimismo, muchos empresarios señalaron dificultades para acceder a crédito, a pesar de que los bancos han mantenido tasas competitivas en los últimos meses.
El estudio refleja una tendencia que ya había sido anticipada por otros indicadores económicos que apuntan a una desaceleración moderada del crecimiento estadounidense, aunque sin señales de recesión inmediata.
El informe se publica en un momento en que todavía no han salido a la luz datos oficiales clave, como el del empleo, debido al cierre del Gobierno federal, que duró 43 días, del 1 de octubre al 12 de noviembre de este año.
EFE.