El papa calificó la guerra en Ucrania como "una vergonzosa desgracia para toda la humanidad" durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro y a la que asistió la esposa del presidente ucraniano, Olena Zelenska, acompañada de las primeras damas de Lituania, Serbia y Armenia.
El pontífice afirmó que los 1.000 días de conflicto que se acaban de cumplir recuerdan el sufrimiento de los ucranianos "y al mismo tiempo una vergonzosa desgracia para toda la humanidad".
"Sin embargo, esto no debería disuadirlos de permanecer junto al martirizado pueblo ucraniano, rogando por la paz y trabajando juntos para que las armas dejen su lugar al diálogo y el desencuentro al encuentro", añadió.
Durante la audiencia también leyó una carta de un universitario ucraniano, en la que aseguraba que sufrir también es amar y que por eso los 1.000 días de guerra lo eran asimismo de amor.
Zelanska, junto a las primeras damas lituanas, Diana Nausediene; serbia, Tamara Vucic, y armenia, Anna Hakobyan, asistieron en primera fila a la audiencia y después pudieron intercambiar algunas palabras con el pontífice.
El Papa Francisco había lamentado la "inmensa tragedia" de Ucrania y expresado su deseo de que se emprendan "caminos de diálogo y reconciliación", en una carta con motivo de los mil días de guerra tras la invasión rusa.
"Será Dios quien pronuncie la última palabra sobre esta inmensa tragedia", dijo en la misiva dirigida al arzobispo y nuncio apostólico (embajador vaticano) en Ucrania, Visvaldas Kulbokas, publicada por el portal oficial 'Vatican News'.
Asimismo, el papa publicó un mensaje en la red social X sobre Ucrania para augurar una "paz justa y duradera".
"La guerra es siempre una derrota. Pido una vez más poner fin a la locura de la violencia y comprometernos con una paz justa y duradera. Oremos por el pueblo ucraniano", escribió el papa en su cuenta en varios idiomas en la red social X.
Asimismo encargó al cardenal Matteo Zuppi mediar para al menos conseguir una serie de acuerdos de intercambios de prisioneros o para el regreso de los niños deportados a Rusia.
Por su parte, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, reconoció su deseo de que esta efeméride "sacuda" a quienes puedan "detener la carnicería" en Ucrania.
"¡No podemos rendirnos ante la inevitabilidad de la guerra! Espero sinceramente que este triste día, el milésimo desde el comienzo de la guerra a gran escala contra Ucrania, provoque una sacudida de responsabilidad en todos y en particular en aquellos que pueden detener la carnicería en curso", dijo en 'Vatican News'.
EFE / Noticias Venevision