La salud de cientos de miles de personas que viven cerca del centro de pruebas nucleares de Corea del Norte está en peligro por la diseminación de residuos atómicos a través del agua, algo que puede afectar también a alimentos norcoreanos exportados ilegalmente a otros países, según un estudio reciente.
El análisis, publicado este martes por la ONG surcoreana Transitional Justice Working Group (TJWG), considera que entre 270.000 y 540.000 personas que viven en un radio de 40 kilómetros en torno al centro de pruebas de Punggye-ri (noreste del país) o en las zonas regadas por los arroyos Namdae y Monte Mantap-Changhung podrían verse afectadas por residuos atómicos.
Punggye-ri, situado en la provincia de Hamgyong del Norte, a unos 380 kilómetros al noreste de Pionyang, ha albergado las seis pruebas nucleares subterráneas realizadas por el régimen norcoreano desde 2006, cada cual con un poder explosivo mayor que la anterior.
El último de estos tests, el de septiembre de 2017, equivalió al estallido de al menos 140.000 toneladas de TNT y generó un terremoto artificial de magnitud 6,3 en la escala abierta de Richter.
Según TJWG, la manera en la que los hogares en la región obtienen agua es «preocupante», ya que un censo de 2008 indica que el 15 % de las familias en la zona potencialmente afectada usa para beber aguas subterráneas, de pozos, manantiales etc, pero la falta crónica de electricidad hace inservibles la mayor parte del tiempo las estaciones de bombeo, por lo que el volumen seguramente sea mayor.
La ONG recomienda a los Gobiernos de Corea del Norte y China (Punggye-ri se encuentra muy cerca de su territorio) investigaciones a fondo sobre los efectos de las pruebas nucleares y la publicación de los resultados.
EFE / Noticiero Venevisión