El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, aseguró este viernes que la solución “más fácil para evitar una calamidad alimentaria y energética global” es que el presidente ruso, Vladímir Putin, detenga el conflicto en Ucrania.
“Los ministros (de Exteriores) del G20 se centran hoy en la seguridad alimentaria y energética, y existe una urgencia absoluta para actuar. Trabajamos en varias líneas de acción, pero la solución más fácil sigue estando en manos de un hombre, quien debería detener esta guerra sin sentido para evitar una calamidad alimentaria y energética global”, escribió Borrell en su cuenta de Twitter.
El político ibérico está presente en la reunión de ministros de Exteriores de los países del G20 que se celebra en Nusa Dua, Indonesia, y con motivo de su participación en la cita multilateral, aseveró que la crisis alimentaria no la están causando las sanciones occidentales contra Moscú.
“Subrayé que esta crisis alimentaria no es causada por ninguna sanción, sino por el hecho de que Rusia invada el granero del mundo (Ucrania) y convierta las rutas marítimas del mar Negro en una zona de guerra”, dijo.
G20 Ministers focus today on food and energy security and there is an absolute urgency to act.
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) July 8, 2022
We work on various strands of action, but the easiest solution remains with one man: President Putin, who should stop this senseless war to avoid a global food and energy calamity. pic.twitter.com/bTx0YY3CMD
Rememoró que alrededor de 1.200 millones de personas están “gravemente expuestas a la combinación del aumento de los precios de los alimentos y la energía y al endurecimiento de las condiciones financieras”.
“Ahora, Rusia está bloqueando millones de toneladas de cereales en instalaciones de almacenamiento ucranianas, utilizando los alimentos como arma. No solo contra Ucrania, sino contra los países más vulnerables del mundo”, puntualizó.
En esta reunión del G20 participa también el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Noticiero Venevisión / EFE