El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, defendió este jueves, ante el canciller alemán, Friedrich Merz, a su país como un modelo específico de democracia que puede ser confrontado con los estándares europeos exigidos por la UE en los llamados ‘criterios de adhesión de Copenhague‘.
«Estamos tranquilos, relajados, porque los criterios de Copenhague no significan para nosotros una postura negativa. Si se acercan a Turquía con los criterios de Copenhague, nosotros tenemos frente a eso los criterios de Ankara», dijo Erdogan en una rueda de prensa en Ankara tras reunirse con Merz, sin especificar tales criterios.
El jefe del Gobierno alemán había mencionado poco antes que en su conversación con Erdogan sobre el acceso de Turquía a la UE había evaluado el cumplimiento de Turquía de los criterios de Copenhague, es decir, las condiciones que debe cumplir un país candidato para ser admitido en la Unión Europea (UE).
«Daremos a conocer los criterios de Ankara a Europa y al mundo. Porque Turquía no es un país europeo ni asiático corriente. Turquía es una de las democracias mejor gestionadas de Europa, Asia y el mundo», aseguró Erdogan.
«El proceso en Estambul se gestiona así y se hará lo necesario«, concluyó Erdogan, mientras que Merz no comentó el caso, que ha suscitado amplias críticas entre organizaciones de derechos humanos en Europa.
Ambos mandatarios alabaron también la gran contribución a la economía alemana de los casi 3,5 millones de trabajadores turcos que emigraron a Alemania mediante un acuerdo bilateral de cuya firma se cumplen hoy 64 años.
EFE.