El Salvador, que se encuentra en régimen de extensión desde finales de marzo por la violencia atribuida a las pandillas, registra seis días consecutivos sin homicidios, mientras las capturas de supuestos miembros de maras superan las 20.000 hasta este jueves, según el presidente Nayib Bukele.
El mandatario indicó, a través de una publicación en Twitter, que el miércoles no se registraron homicidios en el país y que ya se suman seis días consecutivos «con 0 homicidios».
Además, señaló que las detenciones durante el régimen de excepción superan las 20.000.
No obstante, ni el mandatario ni las autoridades de Seguridad han detallado cuántas de las personas detenidas son miembros de pandillas, a qué pandilla pertenecen y cuántas son señaladas de tener vínculos con dichas estructuras.
A pesar de no registrar asesinatos, El Salvador se encuentra en estado de excepción desde el pasado 27 de marzo, medida cuyos primeros 30 días concluyeron el miércoles pero que continúa por una ampliación aprobada por la Asamblea Legislativa el domingo pasado.
La Constitución de El Salvador exige que para ampliar un régimen de excepción -cuyo periodo máximo debe de ser de 30 días, es necesario que se mantengan las mismas circunstancias que lo originaron, en este caso la ola de asesinatos.
El Gobierno de Bukele admitió en su solicitud de ampliación, enviada al Congreso, que la escalada de asesinatos fue controlada, pero que la cantidad de pandilleros en libertad podría poner en peligro «los avances alcanzados».
El estado de excepción fue ampliado sin que los diputados hayan pedido al Gobierno un informe detallado de los resultados de la medida y sin aplicar medidas para atender las denuncias de abusos.
Las detenciones masivas ha sido la principal apuesta del Ejecutivo de Bukele durante el régimen de excepción, pero hasta el momento se desconoce si el Gobierno trabaja en un plan que plantee medidas para una solución de fondo a dicho fenómeno.
Los primeros 30 días de dicho régimen también han estado marcados por las denuncias en redes sociales de detenciones arbitrarias y de llamados de organismos nacionales e internacionales a atender supuestos abusos y violaciones a derechos humanos cometidos durante este periodo.
El Ejecutivo de Bukele lanzó en 2019 el Plan Control Territorial (PCT) para cortar las fuentes de financiamiento de las maras y retomar las zonas controladas por dichas bandas, en su mayoría barrios y colonias populosas.
Sin embargo, la población en general desconoce un documento oficial que detalle el camino para atender desde el Estado el fenómeno de las pandillas.
Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, tienen más de 70.000 miembros y han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones.
EFE