Carlos Acutis, un joven que murió a los 15 años de edad a causa de leucemia, el 12 de Octubre del 2006 será Beatificado luego de habérsele atribuido el milagro de curar a un niño brasileño de una dolencia digestiva, en el año 2013.
El pasado 2 de octubre se ofició la ceremonia realizada por Obispos de Umbria "¡Bendito seas! A la escuela de la felicidad con Carlo Acutis" que contó con la asistencia virtual del público en una ceremonia ofrecida por el director Mauro Labellarte e incluyó numerosas intervenciones y actividades online para profundizar en el conocimiento del nuevo Beato.
La madre de Carlo, Antonia Salzano, participó de la ceremonia en la que el Padre Marcello Cruciani - describió al joven Carlo como un 'mago' de Internet, quien usaba ese medio para hacer el bien y difundir la alegría de la fe. Carlo era de Lombardía, pero amaba la región de Asís. Su sepultura en la ciudad de San Francisco lo convierte en uno de sus conciudadanos y su presencia en ese territorio ayuda a proponer la fe cristiana.
El segundo evento tendrá lugar el 9 de octubre, e incluye una sesión de formación sobre la pastoral digital en la Casa Leonori de Asís y una vigilia de oración en la Basílica de Santa María de los Ángeles.
La celebración será presidida por el obispo auxiliar de Milán, Paolo Martinelli, y el presidente de la Conferencia Episcopal de Umbría, el Arzobispo de Spoleto-Norcia, Renato Boccardo. Al mismo tiempo, la adoración eucarística tendrá lugar en varias iglesias del centro histórico de Asís. A la mañana siguiente, 10 de octubre, horas después de la beatificación, tendrá lugar un encuentro de formación sobre la pastoral digital por "WebCattolici Italiani".
"No yo, sino Dios" era el lema de Carlo Acutis. Genio de la informática, nacido en 1991 y profundamente devoto de la Virgen y de la Eucaristía, creo importantes proyectos web sobre los temas de la fe, como un portal dedicado a los "Milagros Eucarísticos". A causa de una leucemia fulminante, murió con sólo 15 años, en Monza, ofreciendo sus sufrimientos por el Papa, por la Iglesia, para ir al Paraíso. Su cuerpo descansa en el Santuario de la Expoliación en Asís. El milagro atribuido a su intercesión se refiere a la curación, en 2013, de un niño brasileño que sufría de importantes trastornos del aparato digestivo, con una rara anomalía anatómica congénita del páncreas.