Argentina detectó en aguas de su jurisdicción en el Atlántico a un buque pesquero chino, el cual terminó abordando, pero sin poder constatar la actividad ilegal de pesca, informaron fuentes oficiales.
El buque navegando dentro de la zona económica exclusiva (ZEE) de Argentina "a baja velocidad y con el sistema de identificación automática (AIS) apagado", indicó el Ministerio de Defensa argentino en un comunicado.
"Al ser llamado por radiotelefonía, incrementó su velocidad, prendió su identificador y adoptó una dirección de salida de nuestra zona de jurisdicción", indica el comunicado.
Durante la persecución iniciada por la Armada argentina, el pesquero "no contestó los llamados del buque militar argentino y lo hizo recién pasando la línea de las 200 millas náuticas", que marca el límite de la ZEE argentina.
Ya en aguas internacionales, el buque chino entabló comunicación "en un inglés defectuoso", según el comunicado oficial.
"Luego de varias horas de conductas no colaborativas por parte del pesquero, se logró realizar una inspección ocular con la dotación de visita y registro, verificando que no había indicios de pesca reciente. Concluida la visita, el buque continuó con sus actividades fuera de nuestra zona económica exclusiva", añadió el Ministerio de Defensa.
Durante la temporada alta de pesca, de enero a julio, unos 400 buques pesqueros se concentran en el denominado Agujero Azul, un rico ecosistema oceánico del Atlántico suroccidental, a 200 millas náuticas de las costas de la Patagonia argentina.
El área, ubicada a unos 500 kilómetros al este del Golfo San Jorge, en la frontera de la ZEE de Argentina que se expande hasta las 200 millas desde la costa, es un tesoro de biodiversidad.
Allí operan buques de Corea del Sur, Taiwán y España, pero en su mayoría son de bandera china. En reiteradas ocasiones los buques desconectan el AIS, un dispositivo similar al GPS que permite evitar colisiones, pero que los barcos a veces apagan para ingresar ilegalmente en las aguas argentinas.
Información de EFE