Arabia Saudí anunció la ejecución de dos ciudadanos saudíes condenados a la pena de muerte por delitos de «traición a la patria», «terrorismo» y «financiación de actividades de terror».
El Ministerio de Interior saudí señaló en un comunicado que los condenados, ejecutados en Riad, habían participado en actos violentos que incluían el uso de armas y explosivos contra instalaciones de seguridad, actos que «resultaron en la muerte de varios agentes de seguridad».
La nota no especifica la fecha de su detención, aunque dice que los ajusticiados «fueron condenados a muerte por un tribunal especial tras presentar pruebas concluyentes en su contra», y que «la sentencia fue y ratificada por la Corte Suprema».
Según el Ministerio, los acusados habían adoptado una «ideología terrorista que justificaba el derramamiento de sangre», lo que «amenazó la estabilidad y paz de la sociedad saudí».
El comunicado advirtió de que «el destino de cualquier persona que intente poner en peligro la seguridad del país será el castigo legal más severo», en la línea con la política saudí de aplicar la pena de muerte en casos similares.
La Organización Europea-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR) aseguró el pasado jueves que la cifra de ejecuciones de este año alcanzó las 156, «una cifra récord en comparación con años anteriores».
El año pasado, Arabia Saudí ejecutó a 172 personas, según denunció la ONG británica ALQST, mientras que en 2022, las autoridades saudíes llevaron a cabo 196 ejecuciones, 81 de ellas en un solo día, la cifra más alta en 30 años en el país.
EFE