La mayoría de los visitantes del museo de cera de Madame Tussaud, considera uno de los más famoso del mundo, no conocen la oscura historia detrás del lugar donde se exhiben las figuras más perfectas de personalidades como: Usain Bolt, Michael Jackson, la Reina Isabel II o el Papa Juan Pablo II.
La historia comienza con el viaje que hizo Marie Grosholtz (fundadora del museo) con su madre, la cual se iba emplear como ama de llaves de un médico de nombre Philippe Curtius, quien hacía magníficas esculturas del cuerpo humano con cera de abejas para sus estudios de anatomía.
Tras años de hacer ese trabajo, el doctor Curtius decidió radicarse en París, siendo acompañado por madre e hija, dedicándose por completo a su arte y haciéndose famoso por la figura de cera que hizo de Madame du Barry, la amante más conocida del rey Luis XV.
Marie siguió los pasos y enseñanzas de Curtius y realizó las imágenes en cera de Voltaire y de Benjamin Franklin, ganando una fama que la conduciría al Palacio de Versalles.
Instalada en la corte francesa, Marie continuó esculpiendo en cera a grandes personajes, como Jacques Necker, Ministro de Finanzas, y el duque Luis Felipe II de Orleans.
Durante el reinado de la Revolución Francesa, Marie cayó en desgracia con los revolucionarios, quienes la tildaron de monárquica por sus vínculos artísticos con los dignatarios de la corte. Fue condenada a muerte por Robespierre y ya estaba afeitada para ser guillotinada, cuando su protector, el doctor Curtius, consiguió un perdón de última hora.
A cambio, Marie tuvo que comprometerse a hacer las máscaras mortuorias de las personas guillotinadas. Por sus ojos y manos pasaron las cabezas cortadas de Luis XVI, la reina María Antonieta, Marat, el mismo Robespierre y otros personajes. Una versión señala que ella misma tenía que rebuscar entre las cabezas amontonadas para seleccionar las de las personas dignas de una máscara.
La Cámara de los Horrores
A finales del siglo XVIII, Marie realizó una gira europea exhibiendo sus máscaras mortuorias y otras imágenes. En 1795 se casó con Francois Tussaud y la pareja se mudó a Londres, donde en 1835 abrió el ahora famoso museo.
La Cámara de los Horrores del Museo Madame Tussaud exhibe el macabro trabajo de su fundadora y las figuras de famosos criminales posteriores, como Hitler y Charles Manson.
EFE