El Gobierno suizo propuso un aumento de 0,7 puntos en el impuesto sobre el valor añadido nacional, actualmente del 8,1 % en buena parte de los productos y servicios, con el fin de poder financiar el aumento en las pensiones previsto para el año 2026.
El Consejo Federal (Ejecutivo) lanzó esta propuesta en su reunión semanal con el fin de poder financiar la paga extra para los jubilados que fue aprobada por referéndum el pasado mes de marzo.
La decimotercera paga anual, un asunto que causó amplios debates en el país en los meses previos a la consulta popular, costará a los contribuyentes alrededor de unos 4.200 millones de francos anuales (4.470 millones de euros).
Con esta subida del IVA, el Gobierno subraya que el fondo de pensiones nacional se mantendría en equilibrio al menos hasta finales de esta década, en un país que como otros del mundo desarrollado tiene que lidiar con los problemas del envejecimiento de su población.
En las mismas consultas populares del pasado marzo la población suiza votó en contra de retrasar un año su edad de jubilación, actualmente establecida en los 65 años.
Con el "sí" a la paga extra, la pensión máxima para personas jubiladas que viven solas aumentará en el equivalente a unos 2.500 euros anuales, hasta los 33.300 euros, y subirá en 3.800 euros para parejas casadas en edad de retiro, hasta los 49.900 euros, unas cifras que aunque altas son muy inferiores al salario medio helvético, el más alto de Europa (más de 100.000 euros).
En 2022, los suizos ya aprobaron en otro referéndum igualar a 65 años, a partir de 2028, la edad de jubilación de mujeres y hombres (hasta entonces era de 64 años para ellas), lo que ya debería suponer cierta distensión para la caja de pensiones helvética.