Renault anunció este lunes que se deshace de sus activos en Rusia y vende tanto su filial rusa al Ayuntamiento de Moscú como la participación mayoritaria que tenía en el fabricante de automóviles Avtovaz a un organismo estatal ruso, aunque se reserva el derecho de recompra durante los próximos seis años.
Esa posibilidad de recuperar de nuevo el control de Avtovaz, donde disponía de un 67,69 % del capital, y que ahora queda en manos del Instituto Central de Investigación y Desarrollo de Automóviles y Motores (NAMI), está contemplada "en ciertos periodos" durante esos seis años en el acuerdo de cesión.
El grupo automovilístico francés hizo notar en un comunicado que, como lo había avanzado el 23 de marzo cuando suspendió sus actividades en Rusia -que era su segundo mercado en importancia después de Francia- que incorporará en sus cuentas un ajuste correspondiente al valor de esos activos.
A fecha del 31 de diciembre de 2021, esos activos estaban valorados en 2.195 millones de euros. En julio, cuando se presenten los resultados del primer semestre se conocerá la cifra del valor ajustado a la fecha de la cesión.
Para Renault, desembarazarse ahora de Avtovaz, por un precio que la empresa ha querido mantener confidencial -aunque asegura que no es 0-, es un alivio financiero en la medida en que deja de ser una sangría financiera continua, ya que en las últimas semanas ha estado pagando a sus 45.000 empleados en Rusia pese a que no producían nada.
Ahora esos trabajadores dependerán del Ayuntamiento de Moscú en el caso de la antigua Renault Rusia y de NAMI -que forma parte de la estructura del Ministerio de Industria ruso- en el caso de Avtovaz.
Renault Rusia produjo el pasado año 95.000 coches de los modelos Duster y Arkana dirigidos esencialmente al mercado ruso y a los países de su entorno. A partir de ahora, ya no será posible ensamblar en sus instalaciones de Moscú coches de Renault.
Por lo que respecta a Avtovaz, en 2021 fabricó cerca de 400.000 vehículos, básicamente con la marca Lada.
El consejero delegado, Luca de Meo, indicó en el comunicado que han tomado "una decisión difícil pero necesaria" y consideró "responsable" la operación en dirección de los que dejan de ser sus 45.000 empleados en Rusia.
De Meo también hizo hincapié en que se guardan la opción de volver a Rusia en el futuro pero "en un contexto diferente".
El consejero delegado se esforzó en transmitir el mensaje de que más allá del varapalo que supone para su negocio tener que prescindir del que ha sido su segundo mercado, tiene "confianza" en "la capacidad de Renault para acelerar todavía más su transformación y superar sus objetivos a medio plazo".
EFE