La economía británica cayó el 0,1 % en febrero frente al crecimiento del 0,1 % el mes anterior, en parte por la caída del sector de la construcción, informó la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
El retroceso del producto interior bruto (PIB) sorprendió a los analistas británicos, que esperaban incluso un crecimiento de la economía del Reino Unido en febrero.
La caída se produjo antes de la propagación de la COVID-19 en el país, que llevó al Gobierno de Boris Johnson, un mes después, a disponer restricciones en el movimiento de la población para evitar una extensión sin control del virus.
El responsable del PIB de la ONS, Rob Kent-Smith, dijo este jueves que las cifras ponen de manifiesto que la economía apenas ha crecido en los últimos meses en el país, antes de que se vieran incluso los "efectos completos" del nuevo coronavirus.
"La mayoría de los servicios crecieron, aunque la industria continuó su declive. La construcción mostró una notable caída en febrero, debido a las lluvias y las inundaciones que afectaron la construcción de viviendas", añadió.
El pasado marzo, la ONS había informado de que la economía británica creció un 1,4 % en 2019 y que el PIB se había mantenido plano, con un 0 % en el último trimestre del año pasado, frente a los tres meses anteriores.
En marzo también, el Gobierno dio a conocer cálculos elaborados antes del impacto del coronavirus, y rebajó del 1,4 % al 1,1 % la previsión de crecimiento en 2020, aunque el país, según los analistas, puede sufrir una recesión este año por las consecuencias de la COVID-19.
Información de EFE