Los efectos económicos de la crisis de la COVID-19 empiezan a vislumbrarse en China, con la manufactura cayendo a mínimos históricos en una jornada en la que repuntaron levemente los contagios en Hubei, foco de la epidemia, mientras el resto del país registró el menor número de nuevos casos desde enero.
Según el último parte oficial de la Comisión Nacional de Sanidad, en la jornada del viernes se registraron un 31 % más de contagios (427) y un 7 % más de muertes (47) que el jueves.
El acumulado de fallecidos hasta el momento en China se sitúa en 2.835 y el de casos confirmados, en 79.251.
En el desglose regional, la provincia de Hubei sigue llevándose la peor parte, con 423 nuevos casos y 45 decesos el viernes. Estos datos, sin embargo, suponen la jornada con menos casos registrados en el resto de China desde que comenzaron las estadísticas de la enfermedad, con tan solo cuatro nuevos contagios fuera de esa región.
Otro dato a destacar es que, por primera vez desde el inicio de la epidemia, el número de curados supera al de enfermos en China: 39.002 personas han sido dadas de alta tras superar la enfermedad, mientras que 37.414 siguen luchando contra la COVID-19.
Apoyándose en estas cifras positivas, las autoridades tratan de seguir ofreciendo un mensaje de calma y control, incluso después de que se hayan dado casos de pacientes recuperados de la enfermedad que han vuelto a dar positivo en las pruebas, asegurando que esas personas que han recaído no han infectado a otras.
El último de estos casos se registró en la provincia oriental de Jiangsu, donde un hombre y su hija volvieron a ser ingresados tras dar positivo dos semanas después de ser dados de alta.
CAÍDA HISTÓRICA EN LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL
El récord de menos casos fuera de Hubei no fue el único que batió hoy China, ya que por el lado negativo destacó la histórica caída del indicador de referencia de la industria manufacturera del país, el índice gerente de compras (PMI).
El índice, en el que más de 50 puntos suponen expansión de la actividad y menos, contracción, cayó desde los 50 enteros de enero a los 35,7, su peor lectura desde que empezó a compilarse en 2005, incluso peor que la más baja durante la crisis financiera de 2008 (38,8 unidades, en noviembre de ese año).
Para más inri, los analistas esperaban una caída de entre 4 y 5 puntos con respecto al dato de enero, pero el descenso finalmente fue de 14,3.
El batacazo fue aún peor en los negocios no relacionados con la manufactura, cuyo PMI jamás había registrado una contracción desde que comenzó su serie histórica (2007) y que pasó de estar en 54,1 puntos en enero a los 29,6 de febrero tras caer 24,5 unidades.
Al ser la primera sobre la actividad en febrero, esta estadística -una de las principales publicadas por Pekín- representa una confirmación oficial del enorme impacto del coronavirus sobre la segunda economía mundial.
No obstante, la Oficina Nacional de Estadística (ONE) quiso espantar los temores al asegurar que el PMI mejorará en marzo, mes en el que más del 90 % de las compañías grandes y medianas encuestadas creen que volverán al trabajo.
XI: “LA TENDENCIA POSITIVA COGE IMPULSO”
En sendas conversaciones telefónicas con sus homólogos de Cuba y Chile, el presidente chino, Xi Jinping, aseguró que el impacto económico de la epidemia es «temporal y asumible», y garantizó que las medidas tomadas por las autoridades harán posible el cumplimiento de los objetivos del año.
La meta de crecimiento de este año debía hacerse pública en la sesión anual del Legislativo, prevista para la semana que viene pero que fue pospuesta, aunque uno de los objetivos marcados para 2020 era conseguir duplicar el PIB de hace una década, algo para lo que sería necesario un avance de en torno al 6 %. Muchos expertos ponen en duda que China resuelva esta crisis a tiempo para conseguir esa cifra.
Pero el líder chino mantiene el optimismo, y ayer habló de «confianza total» en la victoria contra el virus gracias a que la «tendencia positiva» en el control de la enfermedad está «cogiendo impulso» en las últimas jornadas.
Pese a esto y a que la propaganda insiste desde hace semanas en la retórica castrense -la lucha contra la epidemia fue declarada una «guerra del pueblo»-, la realidad es que incluso el Ejército se ha visto afectado por la crisis: el Ministerio de Defensa anunció hoy que pospondrá el reclutamiento militar de la primera mitad del año hasta agosto, cuando lo combinará con el de la segunda parte de 2020.
Asimismo, el Ministerio de Educación indicó hoy que los centros de educación primaria y secundaria no reabrirán sus puertas hasta que la epidemia esté «básicamente bajo control».
EFE