Lo que antes era un rápido y eficiente "click" a golpe de ratón para comprar un producto en línea de una firma comunitaria conlleva ahora costosas sorpresas. Retrasos por caos burocrático en los envíos y cargos inesperados por importación son algunos de los efectos directos del Brexit que amargan al consumidor.
Desde el pasado día 1 de enero, un sinfín de ciudadanos del Reino Unido airea su indignación en las redes. La mayoría se despacha contra el acuerdo negociado por el Gobierno de Boris Johnson con el bloque europeo al empezar a notarse su impacto en la vida real.
EFE