Romer Cuadrado conectó su segundo jonrón de tres carreras para dar vuelta a la pizarra en un lapso de tres días. Fue un déjà vu que, como el martes en Barquisimeto, le otorgó una ventaja a Navegantes del Magallanes que nunca más perdió, en esta ocasión contra Bravos de Margarita en el Estadio Universitario, la noche del jueves.
El vuelacerca de Cuadrado en la quinta entrada fue el pistoletazo de salida para el racimo de seis anotaciones que vendría un episodio después. En solo dos capítulos, la artillería naval condensó su ataque para vencer 9-4 a los insulares y encadenar por segunda vez en la temporada tres victorias.
La ocasión anterior que el buque tuvo semejante racha fue para jugar por primera y única oportunidad para récord por encima de .500 (12-11). A partir de entonces, inició una tempestad con foja de 4-10 en los siguientes 14 compromisos que, en el medio, generó un golpe de timón.
Ahora, con Ramón Hernández al mando, en la Carabela anhelan que el futuro inmediato sea muy distinto a aquel recuerdo. Aún más, teniendo en frente tres compromisos en fila como home club para cerrar la octava semana de ronda eliminatoria, aunado a la satisfacción para uno de sus bateadores más consistentes de haber cumplido con una asignatura pendiente.
Cuando Cuadrado se aproximó al plato en ese quinto episodio contra Dylan Unsworth, lo hizo con corredores en tercera y segunda y dos outs, su talón de Aquiles esta campaña. Con compañeros en posición anotadora y un par de hombres fuera, el toletero derecho comenzó el juego con apenas un hit en 11 turnos, para anémico promedio de .091.
Luego de que Diego Rincones fue golpeado, Víctor Bericoto falló con elevado al jardín central, José Gómez disparó un doble y Diego Velásquez resultó dominado con un rodado a la inicial, el escenario quedó servido para el cumanés. En cuenta de una bola y un strike, empalmó un envío en medio de la zona de strike y lo dirigió por encima de la barda entre los jardines izquierdo y central.
“No buscaba algo específico, solo un buen pitcheo para hacer contacto. En el turno anterior (Unsworth) me hizo fallar con un envío rompiente y tenía en mi mente lo que me podía lanzar, pero no exactamente qué”, explicó Cuadrado una vez finalizado el careo. “He venido lidiando para poder responder con hombres en base, pero es parte del juego, porque a veces nos ponemos presión extra, cuando realmente debemos hacer lo contrario. Gracias a Dios hoy salió el batazo”.
Tras su actuación en la velada, el patrullero de 26 años de edad implantó nuevo tope personal en bases alcanzadas (62) en el circuito, e igualó el de vuelacercas (cinco). Además, engrosó sus marcas individuales en anotadas (24) y hits (36).
“Estoy agradecido con Dios porque me ha dado la oportunidad de hacer aquello que he venido trabajando durante años y ahora se están viendo sobre el terreno”, expresó. “Era crucial para nosotros ganar este juego, para proseguir la seguidilla”.
El triunfo se lo anotó José Torres (2-5) con labor de un episodio en blanco. Mientras que la derrota fue cargada a Unsworth (2-4), quien permitió cinco imparables y las rayitas libres de suciedad producto del estacazo de Cuadrado.
Magallanes (19-21) subió al quinto lugar de la tabla de posiciones luego de la derrota de Tiburones, aun a juego y medio de ventaja de Águilas por el cuarto y último, puesto que otorga un cupo directo a la postemporada.
Bravos (20-18), a su vez, se mantiene en el tercer escalón, ahora con solo medio juego de ventaja frente al Zulia.
Prensa LVBP