Los soldados ucranianos de la acería de Azovstal, en la asediada ciudad portuaria de Mariúpol, siguen resistiendo pese a los ataques rusos tras lograrse ayer la evacuación de las mujeres, niños y ancianos que estaban refugiados en ese complejo industrial.
Las tropas rusas han incrementado en las últimas horas sus ataques sobre la planta de acero pero, según fuentes ucranianas, durante la noche se lograron repeler nueve de estos ataques.
La viceprimer ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, informó este sábado que se había completado la evacuación de los civiles refugiados en Azovstal, al lograrse sacar de ahí a un último grupo de 50 personas.
Desde entonces, se teme que las tropas rusas lancen su asalto final, con el objetivo, según Kiev, de organizar un desfile por Mariúpol coincidiendo con el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, que se conmemora mañana, día 9.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cifró ayer en unos 300 el número de civiles que han logrado ser evacuados durante los últimos días de Azovstal, mientras se sigue trabajando, aseguró, para lograr sacar a los ciudadanos que siguen en Mariúpol, así como a los soldados heridos.
El destino del último grupo de evacuados, como de los anteriores, es Zaporiyia, donde las autoridades ucranianas han concentrado a la mayoría de los civiles evacuados de la acería.
Las autoridades ucranianas han informado asimismo en las últimas horas de nuevos y duros combates con la artillería rusa en todo el Donbás, donde están las regiones separatistas del este del país, en las que Moscú ha concentrado su operativo.
Las tropas ucranianas siguen defendiendo, según sus propias fuentes, la ciudad de Poposna, en Lugansk, pese a que por parte rusa se había afirmado que había caído bajo su control.
En el sur, los esfuerzos del mando militar ucraniano se concentran en tratar de recuperar el control de la ciudad de Jersón, bajo control ruso.
Con información de EFE