Un segundo candidato vacunal de los cinco que investiga Cuba contra el coronavirus avanzó a la tercera y última fase de ensayos clínicos, en la que se probará su eficacia, y eleva las posibilidades de la isla de convertirse en el primer país latinoamericano en desarrollar su propia vacuna.
«Abdala», a cargo del estatal Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), acaba de recibir la aprobación del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) para iniciar la fase 3 de pruebas, que se llevará a cabo en las capitales de tres provincias del oriente del país: Santiago, Guantánamo y Granma.
Cuba ya cuenta con otra potencial vacuna en esta fase final, «Soberana 02», que a principios de este mes comenzó a administrarse en La Habana a 44.010 voluntarios de 19 a 80 años y que también será testada en Irán, a donde han sido enviadas 100.000 dosis de la fórmula.