Más de tres cuartos de las ciudadanas de la Unión Europea (77 %) cree que la pandemia de covid-19 provocó un aumento de la violencia física y emocional contra las mujeres en su país y seis de cada diez (58 %) creen que facilitar las denuncias es clave para acabar con ello.
Así se desprende de un Eurobarómetro (encuentas) publicado este viernes por el Parlamento Europeo con motivo del Día de la Mujer, que refleja además el impacto de la pandemia sobre la salud mental y la conciliación de vida laboral y familiar de las mujeres, ádemas destaca la importancia de que la mujer tenga su propia independencia económica.
INCREMENTO DE LA VIOLENCIA
Según la encuesta, realizada entre 26.741 mujeres de más de 15 años, casi ocho de cada diez europeas cree que la pandemia ha llevado a un incremento de la violencia contra la mujer y entre una y dos de cada diez conoce un caso en su círculo familiar o de amistades, ya sea de acoso en Internet o en la calle (ambos 16%), violencia doméstica o económica (14% ambos) o acoso laboral (11%).
La mayoría de las encuestadas (58 %) cree que la medida clave para atajar este tipo de violencia es facilitar que las mujeres informen de ella, incluyendo las denuncias ante la policía, mientras que un 40% apuesta por mejorar las opciones de ayuda, ya sea a través de líneas telefónicas específicas, aumentando la concienciación sobre el problema o mejorando la formación de autoridades policiales y judiciales sobre el tema.
Una proporción similar cree que es fundamental mejorar la independencia financiera de las mujeres, en tanto que una de cada cuatro considera necesarias más medidas frente al acoso en línea.
VIDA LABORAL Y FAMILIAR
En este sentido, un 38% de las europeas cree que la pandemia empeoró su situación económica, sobre todo porque no pudieron realizar tanto trabajo remunerado como hubieran querido por el impacto de la crisis en el empleo (31%) o por la mayor carga de trabajo en casa (25%).
Un 44% de las encuestadas cree la covid empeoró la conciliación de la vida laboral y familiar y cerca de un 20% considera que las hizo más dependientes económicamente de su pareja, familiares o amigos.
IMPACTO EN LA SALUD MENTAL
Pero más allá del impacto económico, la pandemia también tuvo un coste en términos de salud mental para las europeas: un 44% de las encuestadas considera que le afectaron de forma importante el confinamiento y los toques de queda.
Una proporción algo menor cree que su salud mental se vio afectada por las restricciones de viaje (33%), el cierre de su lugar de trabajo (28%) o de escuelas y guarderías (26%), aunque en este último caso la tasa sube hasta el 40% entre las mujeres con hijos pequeños.
La mayoría de encuestadas aseguraron sentirse preocupadas por su familia o amigos (44%), ansiosas y estresadas (37%), preocupadas por su futuro (33%), atrapadas en casa (30%) o aisladas (29%), mientras que una de cada cinco (22%) dijo estar deprimida.
Las jóvenes son las que más han sentido el impacto sobre la salud mental, según el Eurobarómetro, que refleja que las mujeres de entre 15 y 24 son las más propensas a considerar que las medidas adoptadas por la pandemia les han afectado en todos los casos, con excepción del cierre de escuelas.
La diferencia de edad se nota también a la hora de decidir a quién recurrir cuando hay problemas de salud mental: las europeas de entre 15 y 24 acudirían sobre todo a familia y amigos o a un psicólogo o terapeuta, mientras que las mayores de 55 años recurrían en primer lugar al médico de cabecera.
Preguntadas sobre qué prioridades políticas debería fijarse el Parlamento Europeo en cuestiones de género, casi la mitad de las encuestadas ve prioritario atajar el tráfico y explotación sexual de mujeres y niños, así como la violencia contra las mujeres (47% en ambos casos).
Además, cuatro de cada diez mencionan acabar con la brecha salariar entre hombres y mujeres y tres de cada diez ven prioritaria la conciliación entre vida laboral y familiar, así como la protección de las mujeres pertenecientes a grupos vulnerables.
EFE