Todas las regiones italianas serán catalogadas desde mañana como zonas de bajo riesgo, lo que supondrá lo más parecido a la vuelta a la normalidad del país desde hace más de un año, cuando se convirtió en la «zona cero» de la pandemia en Europa.
«Siete regiones están por debajo de 50 casos por cada 100 mil habitantes. La curva sigue disminuyendo, podemos decir finalmente que Italia está en riesgo bajo», aseguró el presidente del Instituto Superior de Salud y portavoz del Comité técnico que asesora al Gobierno, Silvio Brusaferro.
El levantamiento de las restricciones de rango medio en la única región que quedaba en «naranja», el Valle de Aosta, tiñe de «amarillo» todo el país, tras la ordenanza firmada este viernes por el ministro de Sanidad, Roberto Speranza.
Y a partir del 1 de junio, Italia comenzará el camino hacia la ausencia total de limitaciones cuando tres regiones pasarán al ansiado color «blanco», donde solo se obliga al uso de mascarilla.
Se trata de Molise, Cerdeña y Friuli-Venecia-Julia, mientras que el 7 lo harán previsiblemente otras cuatro: Abruzos, Umbria (ambas en el centro) y las norteñas Véneto y Liguria.
Si se confirma la mejora progresiva de la situación sanitaria de las últimas semanas, y en particular de los últimos días, el «blanco» será el color del entero país el 21 de junio.
EFE