Estrés social envejece prematuramente el sistema inmunológico

En un reciente estudio hecho por el becario postdoctoral de la Escuela de Gerontología Leonard David, de la Universidad del sur de California, Eric Klopack , el estrés social, como la discriminación y los problemas familiares, aunado a problemas laborales y económicos, pueden contribuir al envejecimiento prematuro del sistema prematuro.

“Las personas con mayores presiones de estrés tenían perfiles impermeables que parecían más viejos, con porcentajes más bajos de combatientes frescos de la enfermedad y porcentajes más altos de células T desgastadas”, afirma el autor principal.

Aunado al descubrimiento de que las personas que mencionaron tener niveles de estrés más altos tenían más células zombi o senescentes, Klopack y su equipo de investigación descubrió que también tenían menos células T naive o inexpertas, que son las células frescas necesarias para enfrentarse a un nuevo virus ocáncer.

A los 5.744 adultos mayores de 50 años de edad que participaron en este estudio, publicado en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences, se les hizo análisis biométrico de sus niveles sanguíneos, así como sus niveles de estrés.

"Se les preguntó sobre sus acontecimientos vitales estresantes, estrés crónico, discriminación cotidiana y discriminación a lo largo de la vida. Es la primera vez que se recoge información detallada sobre las células inmunitarias en una gran encuesta nacional", explicó Klopack.

El experto valoró el descubrimiento en el que se conoció que “los adultos mayores con bajas proporciones de células inexpertas y altas proporciones de células T mayores tienen un sistema inmunológico más envejecido”.

Según una revisión de 2017 del fallecido experto neuroendocrinólogo, Bruce McEwen, el estrés “puede hacer que dejemos de ver a los amigos, o que tomemos tiempo del trabajo, o que reduzcamos nuestro compromiso con la actividad física regular mientras, por ejemplo, nos sentamos frente a la computadora”.

Expertos en la materia recomiendan frenar el estrés a tiempo mediante la aplicación de la respiración profunda, de modo que active el sistema nervioso parasimpático, así como llenar el vientre de aire a la cuenta de seis o mover el cuerpo como si fuera cámara lenta también puede activar ese reflejo calmante.