La neurosífilis es una infección bacteriana del cerebro o de la médula espinal. Se trata de una enfermedad potencialmente mortal que constituye una expansión de la sífilis. Por lo general, tiene lugar cuando la enfermedad de base no ha sido tratada.
Es posible que una persona afectada por la neurosífilis desarrolle uno o varios de los siguientes síntomas:
Dentro de los síntomas físicos más habituales en la neurosífilis están los siguientes:
La bacteria Treponema pallidum es la que da origen a la sífilis y, luego, a la neurosífilis. Esta última puede tardar entre 10 y 20 años en manifestarse, luego del contagio. La bacteria se transmite de forma casi exclusiva a través del sexo oral, genital o anal.
No hay un tratamiento aplicable a todos los casos de la neurosífilis. Las medidas a seguir dependerán de los daños que la enfermedad haya causado en cada caso y del estado de salud general del paciente.
Sin embargo, cuando la neurosífilis se detecta en su primera fase, el tratamiento a seguir es farmacológico. Debe administrarse penicilina, bien sea por vía oral, intravenosa o intramuscular. Lo usual es que esto se haga de forma continua durante 10 a 14 días.
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