¿Poros abiertos? Te contamos cómo cerrarlos para lucir un rostro radiante

Los poros abiertos, junto al acné o las manchas son algunas de las imperfecciones más frecuentes que aparecen en nuestro rostro. Antes de saber cómo cerrarlos, te contamos todo sobre sus funciones, muy importantes para mantener la salud de tu piel.

Los poros son pequeñas aberturas en la epidermis responsables de la transpiración y de que el sebo llegue hasta las capas más superficiales de la piel para crear una barrera de protección cutánea, imprescindible para mantener nuestra piel protegida de las agresiones externas. Su tamaño depende, en gran medida, de factores genéticos, por lo que no podrás modificarlo por completo. Eso sí, una limpieza facial adecuada y utilizar los productos específicos pueden mejorar visiblemente su apariencia.

A pesar de que el tamaño de los poros dependa, en gran medida, de factores genéticos, hay muchas rutinas que pueden ser nocivas para el aspecto de tu piel y pueden aumentar el tamaño de tus poros. Por ejemplo, la contaminación ambiental, el exceso de maquillaje, el sudor o los cambios hormonales pueden provocar que nuestros poros se abran en exceso.

Por ello, llevar a cabo los cuidados específicos para una piel con poros abiertos es fundamental para tener a raya su tamaño y conseguir que la piel esté lisa. Te contamos cómo debes cuidar tu piel para cerrar tus poros abiertos.

1. Limpia tu piel en profundidad con productos respetuosos con tu piel

La limpieza diaria es fundamental para desobstruir tus poros. Eso sí, debes elegir productos suaves, los limpiadores con ingredientes agresivos solo fomentan la producción de sebo, lo que puede provocar el efecto contrario al deseado y taponar aún más tus poros, haciendo que sean visiblemente más grandes.

Limpia la piel por la mañana antes de aplicar el maquillaje, para eliminar la suciedad que se haya acumulado en los poros mientras duermes. Puedes utilizar agua micelar, ya que la suciedad es más superficial a esta hora del día y sin haber puesto maquillaje.

Antes de irte a dormir, vuelve a limpiar la cara, esta vez de forma más exhaustiva, ya que tienes que eliminar todos los restos de maquillaje y la contaminación y suciedad acumulada durante todo el día. Utiliza un jabón suave para pieles grasas o mixtas.

Utilizar un cepillo facial es una opción ideal si tienes los poros muy abiertos, ya que ayudará a que el producto limpiador penetre más y deje los poros totalmente libres de suciedad, permitiéndoles respirar y reduciendo, así, su tamaño visible.

2. Elige cremas adaptadas a tu tipo de piel

Elige cremas que tengan ingredientes ácidos AHA o BHA que sean capaces de fomentar la regeneración celular y regulen la producción de sebo para un aspecto de la piel más liso y con los poros minimizados. Elige cremas que contengan estos ingredientes para mejorar el aspecto de tu piel, recuerda combinarlos siempre con una crema con protección solar:

Ácido glicólico: casi un milagro en el mundo de la cosmética, el ácido glicólico es capaz de afinar los poros, renovar la piel y evitar el envejecimiento.

Ácido retinoico: fomenta la producción de colágeno y ácido hialurónico para una piel más tersa. Además, afina los poros y mejora el aspecto de las manchas. Uno de los ingredientes más potentes para evitar la aparición de arrugas.

Ácido salicílico: ideal para prevenir la aparición de granitos en las pieles más grasas y evitar que el exceso de sebo se acumule en el poro, haciendo que este se vea más grande.

3. Utiliza el maquillaje idóneo para mejorar y disimular visiblemente el aspecto de tus poros

Si tienes los poros dilatados por causas naturales, por factores genéticos y, a pesar de cuidar tu cara con tratamientos específicos, no se cierran como tú quisieras, entonces debes utilizar algo de maquillaje para disimular esas pequeñas hendiduras hasta conseguir el rostro liso que buscas. Utiliza bases de maquillaje específicas para cubrir los poros, que sean no comedogénicas y te den esa textura lisa y que controle los brillos.

Fuente: Enfemenino