Una de las razones, y quizá la más importante para tomar café antes de practicar ejercicio, es que la cafeína ayuda a que los músculos quemen grasa de manera más rápida, fenómeno que ayuda a preservar las reservas de glucógeno y, sobre todo, dar más energía a los músculos antes de que estos llegue a su máximo para que se desgasten.
Los expertos recomiendan tomar una taza de café media hora antes de realizar del ejercicio, más si es una práctica aeróbica y si se desarrolla en la tarde; tras varios estudios sobre el consumo, expertos concluyeron que “el consumo moderado de café sin azúcar y azucarado se asoció con un menor riesgo de muerte”.
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