Un equipo del Instituto de Tecnología Química, centro mixto del Centro Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), ha logrado obtener una nueva molécula a partir de la reacción de Mizoroki-Heck mediante un sistema que facilita su aplicación industrial para fabricar fármacos contra el cáncer de mama, así como en cosmética y para fabricar nuevos materiales.
El equipo de investigación, en colaboración con el departamento de Química de la UPV y el de Ciencia de los Materiales de la Universidad de Cádiz, ha publicado en «Nature Catalysis» un método para obtener el producto hasta ahora «prohibido» de la reacción de Mizoroki-Heck, un proceso esencial en la química orgánica moderna reconocido con el Premio Nobel en 2010.
Los investigadores han obtenido un nuevo alqueno, una molécula similar a la del ácido oleico del aceite de oliva, utilizando un catalizador distinto al empleado hasta ahora en esta reacción, lo que reduce hasta 100 veces el precio de obtención y abre un nuevo abanico de posibilidades para su utilización por parte de la industria.
La reacción de Mizoroki-Heck fue descrita en los años 70 para crear compuestos orgánicos complejos que enlazasen átomos de carbono, el elemento químico en el que se basa la vida en la Tierra. Se trata de una serie de reacciones de acoplamiento cruzado catalizadas por paladio mediante las cuales se obtienen moléculas orgánicas complejas con átomos de carbono, informan fuentes de la UPV.
Estas reacciones se emplean hoy en todo el mundo, tanto en investigación como para producir fármacos y en la industria electrónica, por ejemplo para fabricar los LED orgánicos.
Sin embargo, esta reacción química tiene una limitación fundamental: produce sistemáticamente un único producto, un alqueno también conocido como «producto beta», que son hidrocarburos insaturados que tienen un doble enlace entre átomos de carbono que les confieren determinadas propiedades (por ejemplo, las grasas insaturadas que ayudan al colesterol bueno son alquenos).
Entre sus aplicaciones, el tamoxifeno, el fármaco empleado contra el cáncer de mama tras la cirugía y la quimioterapia, se podría elaborar con la molécula que han obtenido, y además se podría utilizar en cosmética o para obtener nuevos polímeros.
EFE