La provincia italiana de Bérgamo (norte), la más azotada por la pandemia, estima que los muertos por coronavirus rondan los 6.000, el doble del dato oficial, explicó hoy el alcalde bergamasco, Giorgio Gori, aunque la zona empieza ya a «respirar».
El alcalde de la capital de provincia marca una diferencia entre «los datos oficiales» recabados por Protección Civil y el gobierno de la región de Lombardía y los «reales» obtenidos por los registros de cada uno de los 243 ayuntamientos de la provincia.
El recuento oficial establece que en toda la provincia de Bérgamo fallecieron por coronavirus unas 2.800 personas, si bien Gori apunta que en realidad son el doble, más de 6.000.
«Protección Civil contabiliza solo a aquellas personas a las que antes de fallecer se les diagnosticó la enfermedad, pero a la mayoría no se le hizo la prueba», subrayó el regidor en un encuentro telemático con la Asociación de la Prensa Extranjera en Italia.
La ciudad de Bérgamo, con 120.000 habitantes, fue la más azotada por la pandemia y perdió a 670 vecinos. Para demostrar la dimensión de esta tragedia, el regidor apunta que este dato equivale a unos 45.000 muertos en una megalópolis como Nueva York.
Por otro lado la provincia suma 13.609 contagios desde el inicio de la crisis, el 21 de febrero, y aunque la pandemia da muestras de contraerse en todo el país, en el norte, a diferencia del centro-sur, todavía se registran centenares de nuevas infecciones.
El alcalde cree que estos datos son normales habida cuenta de «la dimensión» de la enfermedad en Lombardía, pero también se debe a que la región se ha esforzado en impulsar un sistema de diagnóstico y pruebas: «Cuanto más se busca el virus, más se encuentra», afirma.
Un estudio del ente público de Sanidad de Bérgamo asegura que el 57 % de unos 15.000 vecinos analizados han resultado positivos al coronavirus, si bien Gori precisó que las personas estudiadas fueron elegidas por haber estado cerca de otras enfermas.
En cualquier caso los datos mejoran en toda Italia, con algún que otro repunte esporádico, y en Bérgamo la situación es «mucho mejor» que en los meses de marzo y abril: «Ahora sentimos un gran respiro, la situación sanitaria está bajo control», refiere el alcalde.
Italia emprendió la desescalada el pasado 4 de mayo y desde el 18 de ese mes permitió la salida de la gente a las calles. En ocasiones se han denunciado algunas aglomeraciones o festejos, algo que el regidor dice comprender en parte: «Esta comunidad ha estado bajo presión y ahora tiene una comprensible necesidad de respirar», dijo.
Sin embargo pidió cautela porque «el virus no ha desaparecido para nada» y, a su parecer, es preciso estar preparados para un eventual segundo repunte con la llegada del otoño, aunque confía en que gran parte de sus convecinos estén ya inmunizados.
Mientras la ciudad y la provincia se sumergen en la ya conocida como «nueva normalidad», se trata también de saldar cuentas con el pasado, con lo que se hizo o pudo hacerse para evitar la tragedia.
Unión Radio.